Trump amenaza a la Unión Europea con aranceles del 50% a partir del 1 de junio
El presidente de Estados Unidos vuelve a cargar contra el bloque europeo y asegura que las negociaciones "no avanzan"

Washington / Bruselas / BarcelonaNuevo giro de guión del presidente Donald Trump en la guerra comercial con la UE. El presidente estadounidense vuelve al ataque, y este viernes ha anunciado que pretende imponer un arancel directo del 50% sobre las mercancías que Estados Unidos importa del bloque comunitario a partir del 1 de junio. Aunque desde el club europeo se creía que las negociaciones entre ambas potencias avanzaban, Trump ha justificado que Bruselas es "muy difícil de tratar". "Recomiendo unos aranceles del 50% sobre la Unión Europea a partir del 1 de junio de 2025. No habrá tarifa si el producto se construye o se fabrica en Estados Unidos", ha dicho el presidente. Las bolsas europeas, que habían tenido una sesión tranquila, entraron todas en pérdidas una vez conocida la noticia. El Ibex 35 cedió un 1,18%, hasta los 14.104,1 puntos y los mercados de renta variable de EEUU abrieron la sesión también en rojo.
El volantazo ha cogido a los europeos a contrapié, que de momento contaban con la tregua parcial que Trump había anunciado a mediados de abril, teniendo en cuenta que había rebajado los aranceles en la UE de un 20% a un 10%. El presidente ha vuelto a repetir que la Unión Europea se creó "con el principal propósito de aprovecharse de Estados Unidos". También ha cargado, una vez más, contra tasas y las medidas que son generales y nada tienen que ver con el comercio internacional. Calificó de "gran barrera comercial" los impuestos de valor añadido (IVA), de "injustas e infundadas" las regulaciones comunitarias y de "ridículas" las sanciones que ha aplicado Bruselas y la justicia europea contra algunas de las grandes compañías estadounidenses, como las tecnológicas.
La nueva cifra que ha anunciado el presidente es mucho más elevada que el 20% y llega después de semanas de retrocesos en sus políticas comerciales, especialmente con China. Parece que Trump quiere aplicar la misma táctica que ha seguido con Pekín: apostar al alza, con medidas de máximos, para dictar el marco de las negociaciones desde las que partir y así obtener réditos políticos. Trump no sólo utiliza los gravámenes para dictar políticas económicas, sino también para obtener otras concesiones políticas que van más allá de los mercados. La reacción inicial de China fue no encogerse y contraatacar con aranceles de represalias.
Impacto en los consumidores
Aunque ahora los aranceles que ha propuesto Trump para el gigante asiático son del 80% (cuando el 2 de abril eran de un 36%, escalando un 145%), los mercados y las grandes compañías como Walmart ya han advertido al republicano de que no es sostenible una guerra comercial de estas dimensiones con China sin que impacte en los consumidores. Ahora bien, la relación comercial con Europa es diferente y no tiene por qué afectar por igual.
Para justificar este nuevo volantazo, Trump ha vuelto a mentir y ha asegurado que Estados Unidos tiene un déficit comercial de 250.000 millones de dólares al año. "Es una cifra totalmente inaceptable. Nuestras conversaciones con ellos no van a ninguna parte", ha dicho el republicano. Ahora bien, la cifra no es cierta, y el superávit comercial del bloque europeo con la potencia estadounidense es mucho menor. Según Eurostat, la balanza comercial fue positiva para la UE por 198.000 millones de euros. Además, en estos cálculos no se incluye el sector servicios, como las plataformas digitales, en las que Estados Unidos sale ganando, y mucho. Aunque todavía no hay datos de 2024, en 2023 el saldo positivo de la potencia estadounidense se elevó hasta los 104.000 millones de euros. Por tanto, el superávit de la UE no alcanza ni los 100.000 millones, mucho menos de la mitad de lo que asegura Trump.
Una vez más, los mercados se han desplomado frente a la nueva manía arancelaria del presidente y el dólar ha vuelto a caer. Además, Trump no solo ha amenazado a la UE con un 50% de aranceles, sino que también ha lanzado una advertencia clara a Apple: o fabrica sus iPhones en Estados Unidos o "el impuesto será al menos del 25%" para la empresa. "Hace tiempo informé a Tim Cook, de Apple, que espero que los iPhones que se vendan en Estados Unidos de América se fabriquen y se monten en Estados Unidos, no en India ni en ningún otro sitio", ha escrito Trump de buena mañana en Truth Social.
El anuncio coge a la UE a contrapié
La nueva amenaza de Trump llega en un momento en el que el optimismo había ganado fuerza en Bruselas y entre los estados miembros de la UE, sobre todo después de los acuerdos firmados entre Estados Unidos y Reino Unido y China. De hecho, la gran mayoría de socios europeos veía estos entendimientos como un síntoma de desescalada de la guerra comercial iniciada por Washington.
Incluso el comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, anunció la semana pasada que había acordado con la administración republicana "intensificar los contactos" con las autoridades estadounidenses en los próximos días con la intención de cerrar un acuerdo comercial y firmar una tregua en la guerra arancelaria. En la misma línea, el ministro español de Economía, Carlos Cuerpo, aseguró en su último encuentro con sus homólogos europeos en Bruselas que las negociaciones entre ambas potencias estaban "adelantando".
Así pues, el anuncio de Trump de este viernes ha cogido a la Unión Europea con el pie totalmente cambiado. Tal y como estaba previsto ya antes de la nueva amenaza de la Casa Blanca, Sefcovic se ha llamado con el representante de Comercio de Estados Unidos, Jamieson Greer. Ahora bien, el comisario europeo, en vez de elevar el tono contra Trump, ha publicado un tuit diplomático y ha asegurado que la UE sigue "comprometida" en la búsqueda de un acuerdo para poner fin a la guerra comercial. Eso sí, le pidió implícitamente a Washington que las discusiones se lleven a cabo en un ambiente de "respeto mutuo" y "no de amenazas".
Cataluña, poco expuesta a la economía de EEUU
La economía catalana crece a un ritmo mucho mayor que la media de la eurozona y las últimas previsiones económicas de Bruselas, publicadas este lunes, indican que esta diferencia se prolongará en el tiempo. Uno de los factores clave es la exposición de cada país a la economía estadounidense. Mientras fuentes comunitarias constatan que el Estado y Catalunya tienen una "exposición limitada", aseguran que las consecuencias de la guerra arancelaria pueden ser más graves para potencias que exportan más, como Alemania. De hecho, Bruselas revisó a la baja sus previsiones de crecimiento económico en 2025 para el global de la eurozona hasta el 0,9%, y para Alemania hasta el 0%. Por contra, subió la tasa de España y la situó en el 2,6%, la misma que el Gobierno prevé para Catalunya.
En este sentido, tanto fuentes de la Comisión Europea como expertos en la materia aseguran al ARA que las exportaciones del Principado están diversificadas y que por eso la economía catalana sufrirá menos el primer golpe de la guerra comercial de Trump. Sin embargo, el profesor de economía de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) Oriol Amat avisa de que Catalunya, a "la larga", también podría verse afectada "de forma indirecta". "Podríamos empezar a notarlo a partir de aquí a un año o año y medio", estima el experto.
Las fuentes técnicas de la Comisión Europea apuntan a que una eurozona en recesión o con un crecimiento económico anémico puede "arrastrar" al Estado y Catalunya, ya que exportan sobre todo al resto de Europa. En la misma línea, avisan de que si, por ejemplo, Alemania o Francia tienen más dificultades para exportar a Estados Unidos tratarán de encontrar nuevos mercados, lo que puede saturarlos y, por tanto, incrementar la competencia de las empresas catalanas, especialmente dentro de la UE.
Además, el profesor de economía de la Universidad Abierta de Cataluña (UOC) Josep Lledós, añade que "una prolongación del estado de incertidumbre actual puede repercutir en un frenazo del volumen de inversión de las empresas catalanas". "Si pierden intensidad, esto afectará al crecimiento económico", alerta el experto. En cambio, discrepa que la Comisión Europea prevea un frenazo del turismo en el Estado y en Cataluña por la ralentización económica de la UE, y augura una buena temporada turística. "El turismo europeo está muy consolidado", defiende el profesor de la UOC.
Con todo, cabe apuntar que las previsiones económicas publicadas por la Comisión Europea el pasado lunes no cuentan con un potencial incremento de aranceles de Estados Unidos del 50%, sino con el 10% que ya se está aplicando en estos momentos. Por tanto, obviamente, las consecuencias en la economía de la eurozona y de nuestra casa todavía podrían ser más destacadas e inmediatas.