Las trabas para recibir la eutanasia en el Estado: "¿Seguro que no prefieres ir a una residencia?"
Derecho a Morir Dignamente plantea una reforma de la ley para agilizar los trámites cuando un caso llega a los tribunales


BarcelonaMaría Dolores Barrero se acogió a su derecho a morir dignamente el pasado febrero a causa de una atrofia multisistémica que le provocaba un gran sufrimiento. Es una enfermedad rara e incurable muy similar al Parkinson, que afecta al movimiento, hace que los músculos se vuelvan rígidos y progresa muy deprisa, por lo que los enfermos tienen una esperanza de vida muy limitada. Pese a que la ley de la eutanasia entró en vigor hace cuatro años, María se encontró muchas barreras para lograr la muerte asistida y tuvo que batallar contra el desconocimiento de los profesionales de su centro sanitario de referencia, ubicado en una zona rural de Huelva, en Andalucía. "Tenía ataques de dolor diarios que la incapacitaban, debía tomar morfina en dosis cada vez más altas y su médico no sabía cómo funcionaba el procedimiento de la ley", recuerda su hijo, Lucas Barrero, en una conversación con el ARA.
Su madre pidió la eutanasia a finales del 2024, pero tuvo que esperar un mes y medio más de lo que prevé la ley para recibirla. Más de 40 días de sufrimiento, dolor y morfina a la espera de que resolveran su caso. Su hijo recuerda algunas de las frases que tuvo que escuchar a su madre durante todo el proceso, como por ejemplo «hablamos cuando vuelva de vacaciones», «¿no te parece prematuro?», «¿seguro que no prefieres ir a una residencia?». o, incluso, «esto es antinatural, va en contra de la ley de la vida». La asociación Derecho a Morir Dignamente constata que existe una desigualdad entre los territorios del Estado y una descompensación en la aplicación de la ley en función de la comunidad autónoma. En Cataluña, por ejemplo, se concentran más de una de cada cuatro solicitudes, muy por delante de otras comunidades, aunque sólo se aceptan la mitad, según un informe de la entidad.
Otra de las trabas con las que se encuentran las personas que piden la eutanasia pasa por la vía judicial. Si bien son pocos los casos que llegan a los juzgados por recursos de familiares que se oponen al derecho de un ser querido a morir dignamente, la entidad catalana está estudiando la forma de impulsar una reforma para que estos recursos se resuelvan en un plazo máximo que respete el sufrimiento de las personas que la piden. Según Ramon Riu, que es jurista experto en derecho sanitario, la opción sería impulsar una reforma de la ley contencioso-administrativa para que se incluya un procedimiento específico para que los recursos deban resolverse con la mayor brevedad posible. "Si la ley prevé un procedimiento específico para el derecho a manifestación, que se resuelve en 10 días máximo, ¿el derecho a morir dignamente cuántos días necesita?", se pregunta el experto, que cree que el tiempo de respuesta de los juzgados es "totalmente desproporcionado".
Más información y protocolos claros
Riu asegura que los casos que han llegado a los tribunales son una "excepción", ya que la ley se aplica a más de 1.300 casos y sólo cuatro han sido impugnados en los juzgados, y no les hace sufrir que un caso mediático abra la puerta a nuevos recursos en contra del derecho de las personas. "No tenemos ese miedo, estamos convencidos de que los tribunales resolverán inadmitiendo recursos o desestimándolos, hay una jurisprudencia perfectamente establecida y rigurosa del Tribunal Europeo de los Derechos Humanos y del Tribunal Constitucional", afirma. Eso sí, la presidenta de Derecho a Morir Dignamente, Cristina Vallès, lamenta que haya partidos políticos. [a los tribunales], pero dilatan y ponen en duda el proceso. Es un problema de falta de ética total, es indecente", concluye.
Vallès cree que es necesaria una campaña institucional para informar sobre el derecho a la eutanasia a la ciudadanía, protocolos claros y homologados sobre cómo actuar, ya que ahora hay muchas derivaciones de centros privados a centros públicos, y más formación a los profesionales sanitarios. que hay que reforzar la figura de los referentes en eutanasia de los centros sanitarios e impulsar un registro de objetores de conciencia "fácil de consultar".