Turquía

El PKK pone fin a la lucha armada y deja en el aire la cuestión kurda

La milicia kurda acepta la llamada de su líder histórico, Abudullah Öcalan, encarcelado en Turquía desde hace 25 años

Una manifestación pro-kurda con la imagen del líder del PKK, Abdullah Öcalan, el jueves en Diyarbakir (Turquía).
12/05/2025
4 min

BeirutEl anuncio este lunes de la disolución del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) supone un punto de inflexión en un conflicto que ha dejado más de 40.000 muertos en Turquía desde 1984. Pero lejos de cerrar un capítulo, se abre una etapa llena de incógnitas sobre el futuro de la cuestión kurda en Turquía y en la región. La decisión se ha tomado durante el 12º congreso del PKK, celebrado en el norte de Irak, y responde a la llamada de su líder encarcelado, Abdullah Öcalan, que desde la cárcel había instado en febrero a abandonar la lucha armada. El grupo ha declarado que su misión histórica se ha cumplido: se ha dado visibilidad a la causa kurda, y que ahora el camino debe ser democrático y pacífico.

Tras unas horas de cautela, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, compareció ante el país para celebrar la disolución del PKK, algo que dijo que "abre la puerta a una nueva era" en Turquía. "Interpretamos que esta decisión abarca todas las ramificaciones de la organización, sea en el norte de Siria o en Europa", ha dicho Erdogan, y ha explicado que los servicios secretos turcos están siguiendo el proceso "con gran cuidado para garantizar que se cumplan todas las promesas hechas".

Poco antes, el ministro de Exteriores, Hakan Fidan, ya lo había calificado de "decisión histórica" ​​y significativa "en términos de paz y estabilidad duraderas". Sin embargo, Ankara aún no ha dado detalles de cómo se implementará el proceso de desarme ni qué garantías ofrecerá a los ex combatientes.

La oposición política también está dividida. Mientras que algunos sectores ven en la disolución del PKK una oportunidad para avanzar hacia la reconciliación nacional, otros temen que el gobierno de Recep Tayyip Erdogan aproveche este movimiento para reforzar su poder y marginar aún más las voces críticas, especialmente después de la detención del alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu.

Los efectos de la disolución se harán sentir a escala regional

A nivel regional, la disolución del PKK podría tener repercusiones significativas. En Siria, las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), lideradas por los kurdos y consideradas por Turquía una extensión del PKK, han iniciado conversaciones con el gobierno central para integrarse en las estructuras del estado, tras el derrumbe del régimen de Bashar el Asad. En Irak, donde el gobierno también considera al PKK una organización terrorista, su desarme podría favorecer la retirada de las tropas turcas desplegadas en el norte. En esa zona del norte de Irak, donde el grupo mantenía su cuartel general en las montañas Kandil, su presencia había sido un foco constante de tensión entre Ankara, Irbil y Bagdad. La eliminación de esta amenaza podría abrir el camino para mejorar las relaciones entre Turquía y el Gobierno Regional de Kurdistán (GRK), dominado por el Partido Democrático de Kurdistán (PDK), aliado de Ankara. También podría reducir los enfrentamientos entre el PKK y las fuerzas peshmergas, que han sufrido tanto a nivel político como militar a causa de las acciones del grupo.

Bagdad, por su parte, podría ver una reducción de las tensiones con Turquía. Durante años Irak ha criticado las operaciones militares turcas en su territorio, calificándolas de violación de su soberanía. Pero con el PKK fuera de juego, Ankara perdería la justificación por mantener tropas en territorio iraquí, una cuestión que fue subrayada recientemente por el consejero de seguridad nacional iraquí, Qasim al Araji, quien afirmó que "todos los grupos armados y las fuerzas extranjeras" tendrán que abandonar Irak.

Aunque el anuncio marca un punto de inflexión, todavía quedan dudas sobre el alcance real del desarme y el futuro de los combatientes. Desde el kurdo Partido de la Igualdad y la Democracia (DEM) se espera que el gobierno libere a miles de militantes encarcelados por cargos no violentos y permita la reincorporación de sus alcaldes electos, destituidos en los últimos años. Otro punto sensible será la libertad de Selahattin Demirtas, ex líder del DEM y figura destacada de la oposición kurda, encarcelado desde 2016. Su liberación sería un gesto clave para demostrar que el gobierno turco apuesta por una solución política real.

Jóvenes kurdos con carteles del líder encarcelado del PKK, Abdullah Öcalan, en una imagen de archivo

El mensaje de Öcalan, que evita ninguna referencia a la autonomía kurda, parece buscar apaciguar a Ankara, que aún teme a cualquier movimiento que pueda alimentar sentimientos separatistas, especialmente tras el referéndum de independencia kurda en Irak del 2017. Mientras tanto, la desmovilización podría facilitar el diálogo entre los kurdos de ideológicas entre el PKK y el PDK, más nacionalista y pragmático.

El gobierno turco y los servicios de inteligencia ya trabajan en un plan para reintegrar en la vida civil a los combatientes no implicados en actos de violencia, mientras los detalles del desarme se discuten de manera privada. Aunque el anuncio de hoy es sólo el inicio, marca un vuelco en el conflicto más persistente del país. Ahora la gran incógnita es si Ankara aprovechará ese momento para avanzar hacia una reconciliación real o si se limitará a presentar la disolución del PKK como una victoria sin comprometerse con una solución política duradera.

Las fechas claves de la historia del PKK

1978

Fundación del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), liderado por Abdullah Öcalan.

1999

Detención de Öcalan. El líder del PKK es capturado en Kenia por servicios secretos turcos. Es condenado a cadena perpetua y encarcelado en la isla İmralı. El PKK renuncia a la reivindicación de un estado kurdo y proclama su proyecto de autonomía democrática.

2004

Reactivación de la lucha armada. Después de unos años de relativa calma, el PKK reanuda la confrontación armada, aunque con menor intensidad que en el pasado.

2013

Inicio del proceso de paz. Se abre una etapa de negociaciones entre el gobierno turco de Erdogan y Öcalan. El PKK declara un nuevo alto el fuego y comienza una retirada progresiva.

2015

Fracaso del proceso de paz. El acuerdo se rompe después de las elecciones generales y en medio de una escalada de violencia. El conflicto se reactiva con fuerza.

2015

Turquía ataca a Kobane, uno de los principales feudos de la autonomía de facto de los kurdos de Siria, establecida tras la revuelta del 2011 contra el régimen de Bashar el Asad.

2017

Referéndum de independencia del Kurdistán iraquí. Más del 90% de los kurdos votan en favor de la independencia. Una votación rechazada por Bagdad, Ankara y Teherán y que aumentó las tensiones en la región.

27 de febrero de 2025

Öcalan pide que se abandone la lucha armada desde la cárcel, después de años de debilitamiento y divisiones internas, especialmente con el PDK en el Kurdistán iraquí.

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