Israel aprueba un plan para reocupar a Gaza y expulsar al sur a su población
El gabinete de Netanyahu quiere poner la distribución de ayuda humanitaria en manos de mercenarios


BarcelonaEl gobierno israelí de Benjamin Netanyahu aprobó un plan para ampliar las operaciones militares en la Franja de Gaza con el objetivo de mantener "la ocupación del territorio y una presencia sostenida" en el territorio palestino. Asimismo, el gabinete de seguridad ha previsto un mecanismo de distribución de ayuda humanitaria a la población a través de empresas extranjeras, pasando por encima de la administración palestina. Este mediodía el primer ministro ha anunciado una "operación enérgica" como si fuera una recomendación de la cúpula militar: "Es un consejo del jefe del estado mayor para destruir a Hamás. Él cree que esto nos ayudará a rescatar a los rehenes, y yo estoy de acuerdo". Después de diecinueve meses de masacres indiscriminadas, Netanyahu ha dicho en un vídeo en X que la población de Gaza "será trasladada para protegerla", y que el territorio que sea conquistado "no volverá a ser entregado": "No vamos a entrar y saldremos, ese no es el objetivo". En el mensaje dice que quiere dirigirse directamente a la población israelí "sin el filtro de los medios de comunicación". Contra Netanyahu existe una orden de detención internacional por crímenes de guerra y contra la humanidad por la guerra de Gaza que dictó el Tribunal Penal Internacional el pasado noviembre.
Según ha relatado una fuente oficial en el diario israelí Haaretz, Netanyahu sigue persiguiendo su plan de limpieza étnica de la población palestina, con negociaciones con varios países para que se ofrezcan a hacerse cargo de la población de la Franja. La misma fuente asegura que este plan es distinto a los anteriores porque no se basa en ofensivas militares, sino que fija el objetivo de ocupar el territorio palestino, del que Israel se retiró unilateralmente en el 2005. El ministro de Finanzas, el ultra Bezalel Smotrich, ha dicho abiertamente que los israelíes deben aceptar la palabra ocupación, porque no se devolverán las zonas "conquistadas de Gaza", ni siquiera a cambio de rehenes. "Por fin ocuparemos la Franja de Gaza y dejaremos de temer la palabra ocupación", ha dicho en un encuentro con periodistas. Pero las autoridades israelíes han dicho que el plan no se pondrá en marcha antes de la visita del presidente estadounidense Donald Trump a la región, prevista para dentro de diez días, según ha informado una fuente oficial al mismo diario, que ha hablado del establecimiento de una "zona estéril" al sur de este ser inspeccionados. Trump debe visitar Arabia Saudí, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos, tres de los aliados de Estados Unidos en la región
El mismo diario apunta que la primera fase del plan consiste en la ocupación de más zonas de Gaza y la ampliación de la llamada área tampón o almohada alrededor de la frontera, con el objetivo de lograr una mayor presión militar sobre Hamás. filas decenas de miles de reservistas sin especificar cuánto tiempo deberían estar movilizados para hacer posible la expansión de las operaciones en Gaza. La mayoría serán enviados a Cisjordania para que las unidades profesionales se destinen a las operaciones de combate en Gaza.
Hace tiempo que Israel habla de aniquilar la administración palestina y poner la ayuda humanitaria en manos de empresas militares extranjeras como las que operaban en Irak. Previamente, Tel Aviv se había planteado que fueran los propios soldados israelíes los responsables de esta tarea, pero el alto mando lo descartó porque era demasiado peligroso. En todo caso, el ministro del Interior, el ultraderechista Itamar Ben-Gvir, se mostró contrario a la distribución de cualquier tipo de ayuda a la población civil, después de que hace dos meses Israel bloqueara todas las entradas de mercancías en la Franja, cosa que ha agravado la crisis humanitaria. "No sé por qué debemos darles nada. Deberíamos bombardear las reservas de comida de Hamás", ha dicho. Cuando los comandantes militares le recordaron que Israel tiene la obligación de hacerlo, Netanyahu replicó al jefe del estado mayor que los ministros "tienen derecho a expresar un punto de vista distinto al de los mandos militares".
La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios ha dicho en un comunicado que el plan "contraviene los principios humanitarios fundamentales", y ha recordado que "es peligroso manejar a los civiles a zonas militarizadas para recoger las raciones de ayuda". Hace nueve semanas que Israel impide la entrada en Gaza de medicamentos, alimentos y agua, lo que ha llevado a la población al límite. Según la agencia, el plan supondrá que "gran parte de la población, incluida la más vulnerable, seguirá sin suministros". La ONU también ha dejado claro que no participará en ese plan.
Sin investigación
Los ministros también acordaron evitar la creación de un comité nacional de investigación para estudiar los errores de seguridad israelíes en el ataque palestino del 7 de octubre de 2023, una decisión que la fiscal general consideró "nociva y que dificulta la búsqueda de la verdad". Durante estos diecinueve meses de guerra Netanyahu ha sorteado la creación de la comisión de investigación, que podría poner fin a su carrera política si se demuestra que su gobierno ignoró las advertencias del ejército y los servicios de espionaje.