Emma Stone, Natalie Portman y Jennifer Lawrence, reinas de una alfombra de Cannes en blanco y negro

BarcelonaLa edición del Festival de Cannes de este año será recordada, al menos en lo que se refiere a la moda, por la prohibición explícita por parte de la organización de que las estrellas pasaran por la alfombra roja enseñando más de lo necesario. En la práctica, la nueva normativa implica que "por cuestiones de decencia" las asistentes no podían aparecer con trajes que mostraran partes del cuerpo como pezones o con diseños que fueran demasiado voluminosos o con largas colas que impidieran la correcta circulación en la alfombra roja. Las reglas han tenido su impacto y este año la alfombra roja de Cannes ha sido más pudorosa y discreta que nunca, con alguna notable y llamativa excepción.

En este nuevo paradigma de refinamiento, la tendencia mayoritaria ha sido o bien optar por el negro o bien por el blanco. Las encargadas de marcar la pauta fueron dos de las miembros del jurado de la edición de ese año, Juliette Binoche y Halle Berry. La noche de la inauguración del festival la francesa eligió un conjunto de Dior en color crudo formado por un top drapeado de crepé y seda –con una parte que le cubría la cabeza– y un pantalón de seda. Por su parte, la protagonista de Monster's ball optó por un traje de Jacquemus de forma trapecio y cuello halter con rayas blancas y negras (un estampado que irremediablemente hace pensar en Beetlejuice). Éste no era el vestido que inicialmente Berry y su estilista habían elegido para la primera noche del festival. Tal y como reconoció la actriz, la nueva normativa le obligó a renunciar a un traje de Gurav Gupta que tenía una cola demasiado larga para la alfombra del festival.

Después de la noche inaugural han sido muchas las actrices que se decantaron por el negro, tanto sobrio como elegante. En este equipo encontramos a Andie MacDowell, que siguió de forma estricta el nuevo dress code de Cannes luciendo un traje chaqueta de corte masculino que combinó con zapatos de tacón plateados y un gran pajarito. El toque final de distinción lo aportaba un recogido que imitaba un corte de pelo garzón. El negro fue también el color de preferencia de Julianne Moore, que optó por un austero diseño de Bottega Veneta, que sólo se permitía la fantasía de un tirante de cuero con un gran nudo. Toda la atención de su conjunto se lo llevaban los pendientes alargados y brillantes de Boucheron.

Algo más historiado, aunque también con el negro como color de fondo, fue el traje que eligió Natalie Portman. La norteamericana, fiel a Dior, apareció en la alfombra roja con una reinterpretación del diseño México, uno de los trajes más representativos de la colección otoño/invierno de 1951 de la firma francesa que revolucionó la moda con el New Look. El vestido original destacaba por un busto acentuado por un lazo negro de terciopelo y por una parte inferior con bastante volumen. Todo el traje estaba decorado con unas crecientes lunas reflejadas en el agua. En la versión que lució Portman, la parte inferior del traje pierde volumen y va más ajustada a la silueta de la actriz.

Entre los hombres atrevidos, y vestidos de negro, del festival de Cannes de este año, el sueco Alexander Skarsgard merece un puesto de honor. première de The Phoenician Scheme, el actor sorprendió con unas botas de piel negra de caña alta para rematar un esmoquin de Saint Laurent de doble botonadura. Este complemento pudo verse en el desfile de la colección masculina de otoño de 2025 de la firma francesa.

Otro de los hombres que ha llamado la atención en esta edición ha sido Paul Mescal, también de negro integral con un traje chaqueta con pantalón con un punto acampanado y cambiando la corbata por un lazo. Aunque no pusieron juntos, el actor irlandés estuvo acompañado por su pareja, la cantante Gracie Abrams, que acudió con un sencillo traje negro de Chanel de cuello halter y acompañado de un chal también negro que derivaba en una pequeña cola que cumplía las normas del festival. Otras estrellas que eligieron el negro para pasar por la alfombra roja fueron Irina Shayk o Julia Garner, que fue más juguetona y vistió un traje negro con transparencias sobre un forro color carne.

Blanco de novia

Mientras el negro siempre se ha asociado con elegancia y la noche, el blanco, por motivos obvios, está siempre vinculado a la moda nupcial. Esto no ha sido impedimento para que muchas de las artistas que han pasado por la alfombra de Cannes le hayan elegido. Una de las actrices que ha causado sensación es Emma Stone, que llevó un traje de Louis Vuitton que destacaba por la espalda descubierta, pero sobre todo por un gran cuello asimétrico y circular, un elemento que no sabemos a ciencia cierta si infringía las normas de Cannes. En cualquier caso, la actriz no tuvo ningún problema para pasearse por la alfombra roja.

Jennifer Lawrence, buena amiga de Stone, también fue de blanco riguroso con un diseño de Dior de cuello palabra de honor y sin tirantes. Un traje clásico pero a la vez moderno gracias al drapeado de la parte superior. El clasicismo fue la seña de identidad de Rooney Mara que apareció en el tapices rouge con un traje vintage de Givenchy de la colección de 1956. La elección hacía pensar más que nunca en Audrey Hepburn, musa de la firma francesa y actriz a la que Mara debía interpretar en un biopic finalmente no nacido de Luca Guadagnino.

También tenía referencias al cine clásico el look que lució Zoey Deutch, que se ha transmutado en Jean Seberg para la última película de Richard Linklater.old Hollywood.

La más alternativa de esta edición del festival de Cannes ha sido, por supuesto, Kristen Stewart. Aunque también vistió de Chanel como Deutch –tiene un contrato con la marca desde hace años– sus estilos no podrían ser más diametralmente opuestos. La personalidad de Stewart exuda en todas sus decisiones estilísticas y para el estreno de su primera película como directora eligió un traje chaqueta masculino de pantalón corto de color marfil. El toque casual lo daban la gorra con visera y los calcetines blancos cortos combinados con sandalia negra con un generoso tacón.

Queriendo, o sin querer, Dakota Johnson y Adria Arjona resumieron el espíritu estilístico de esta edición de Cannes en el photocall de presentación de su última película, Splitville. Estuvieran coordinadas o no, las actrices evidenciaron el binomio blanco y negro que ha marcado la alfombra roja de este año. Johnson, peinada con una larga trenza, optó por un mini traje Gucci negro con tirantes muy finos, mientras que Arjona llevaba un diseño de Christopher John Rogers en color marfil.

Por la noche, sin embargo, las dos actrices se soltaron y optaron por cambiar la paleta cromática, aunque siguieron siendo bastante complementarias. La hija de Melanie Griffith volvió a optar por Gucci, pero en este caso era un traje palabra de honor de color malva con una parte inferior con flecos. Por su parte, la protagonista deAndor vistió un diseño de Louis Vuitton color verde manzana y escote en forma de corazón.

La combinación de color de Arjona y Johnson la continuaron días después Elle Fanning y Renate Reinsve, candidata a mejor vestida de este festival de Cannes, deslumbró con un espectacular traje de Armani Privée de corte sirena y de color verde rosa look romántico, como los que suele elegir la estadounidense, pero también elegante y sexy. Por su parte, su compañera de reparto, llevó un traje firmado por Louis Vuitton de color malva. El diseño destacaba por un pronunciado escote en forma de V y un peplum que se transformaba en una cola aceptable por el festival.

Estrellas desafiando las normas

Aunque el día de la inauguración Halle Berry siguió las normas al pie de la letra, unos días más tarde la estadounidense decidió desafiar al festival y por la presentación de la nueva entrega de Misión imposible se puso un traje que destacaba por una parte de abajo muy abultada. El vestido, de Celia Kritharioti, consistía en un corsé que evolucionaba hacia una abultada falda bicolor, negra y rosa. Otras invitadas le siguieron la veta y plantaron cara a las estrictas normas del festival. En el grupo de las rebeldes figura Heidi Klum, que se presentó en la gala inaugural con un traje floral de Elie Saab con una espectacular cola. Toda ella parecía una gran flor rosa.

Un caso similar es el de la actriz china Wan Qian Hui, que se ha saltado las normas en repetidas ocasiones durante el festival. El primer día apareció con un vestido blanco que era la definición perfecta del concepto voluminoso que tanto parece enfadar a la organización del festival. El traje casi parecía una gran nube de algodón. No ha sido el único momento en que la china ha logrado llamar la atención durante el festival: otro de los suyos looks más comentados fue un vestido negro adornado con una escultura de un leopardo que se agarraba a su figura. Aunque clarísimamente se ha saltado todo dress code de Cannes, Wan Qian Hui ha podido desfilar sin problema por una de las alfombras rojas más famosas del mundo.