Cuerpo y mente

Consejos para afrontar la negatividad

La neurocientífica Nicole Vignola nos da estrategias para cambiar los pensamientos que no nos llevan a ninguna parte

Cuerpo y mente.
09/03/2025
3 min

A veces nos encontramos atrapados en hábitos y comportamientos que creemos que no podemos cambiar y, precisamente por eso, pensamos que nunca llegaremos a conseguir lo que queremos. "No tengo traza para los idiomas"; "No conseguiré superar esa marca deportiva"; "No tengo paciencia por tocar ningún instrumento", y otras frases por el estilo son sólo algunas de las creencias negativas que se nos pueden enquistar dentro y hacernos creer que son una verdad.

Por suerte, la neurociencia podría ayudarnos a cambiar estos hábitos y patrones de comportamiento con el objetivo de poder alcanzar lo que nos proponemos. Al menos esto asegura la neurocientífica británica Nicole Vignola, autora del libro Neurohábitos (Planeta, 2025).

"El cerebro es el hardware y los recuerdos, pensamientos, hábitos y conductas serían el software", explica Vignola, que matiza cómo, mientras que el software equivale a la salud mental y la personalidad, el hardware sería la salud cerebral. Para funcionar correctamente, ambos deben apoyarse mutuamente.

La buena noticia es que, según Vignola, podemos actualizar el nuestro software. "Esto implica la posibilidad de diseñar nuevos hábitos y desarticular conductas no deseadas para conseguir nuestro máximo bienestar mental y crear una nueva versión de lo que queremos ser", asegura. En otras palabras, nuestro cerebro es maleable y es posible realizar cambios hacia mejor.

"Las cualidades personales no están grabadas en piedra: la inteligencia no es una calidad fija. Si no tienes demasiados conocimientos de un tema o no eres una persona estudiosa, puedes mejorar a través de la práctica", apunta. Cuando creemos que podemos desarrollar y cambiar nuestras cualidades, nuestra perspectiva de las cosas comienza a cambiar. "Si nos convencemos de que podemos mejorar nuestras cualidades y capacidades a través del esfuerzo, empezamos a transformar nuestra forma de ser y de percibir el fracaso", continúa.

Rumiamientos negativos

El problema es que nuestras creencias negativas controlan a menudo nuestros pensamientos y acciones. Esto nos hace vivir en un estado de estrés y ansiedad que, aunque hasta cierto punto es beneficioso para nuestro funcionamiento normal, es necesario saber controlar para que no se desboque. Ahora bien, ¿qué podemos hacer cuando ya estamos inmersos en un mundo de pensamiento, negatividad y pensamientos obsesivos?

Es entonces que, según la neurocientífica, debemos "engañar" a nuestro cerebro con algunos trucos. Uno es salir al aire libre y contemplar unas vistas panorámicas para reducir la sensación de falta de control sobre las emociones. "Al ampliar tu campo visual puedes reducir la visión de túnel que se asocia con la rabia o el enfado", aclara.

Otra herramienta recomendable es escribir un diario. "Escribir nuestros pensamientos y experiencias reduce su carga emocional y, con el tiempo, disminuye la frecuencia de nuestras cavilaciones", prosigue. Esto es posible porque cuando escribimos debemos construir frases completas, a diferencia de cuando hacemos pensamientos sobre un mismo tema. "A través de la escritura externalizamos los pensamientos obsesivos, los volvemos más manejables y nos permite abordarlos de forma más fácil", dice Vignola.

También es muy beneficioso adoptar una rutina matutina relajada que no involucre el uso inmediato del móvil ni de las redes sociales. "El flujo constante de actualizaciones y notificaciones puede tener un efecto negativo en nuestro cerebro. Si pensamos en la energía cerebral como capital mental, básicamente lo estamos gastando desde el principio, al tiempo que nos arriesgamos a una sobrecarga cognitiva durante el resto del día", alerta la neurocientífica.

Otra manera de engañar al cerebro es practicar alguna actividad aeróbica, porque esto incrementa las mitocondrias en el cuerpo y en el cerebro. "Una producción adecuada es importante para la función cerebral óptima y se asocia a la mejora del estado de ánimo y la claridad mental", explica Vignola. Además, las mitocondrias tienen un papel primordial en el metabolismo de los neurotransmisores: "Una buena regulación de neurotransmisores, como la serotonina y la dopamina, es indispensable para la regulación de nuestro estado de ánimo", continúa.

Por último, la neurocientífica recomienda que aprendamos a aburrirnos. "Si alteramos constantemente nuestros sistemas de dopamina porque necesitamos mantenernos distraídos, perdemos la capacidad de aburrirnos", explica. Como contrapartida, Vignola propone aprender a sentirnos cómodos con el aburrimiento y no buscar actividades que nos proporcionen una gratificación instantánea. "Así nos aseguramos que el esfuerzo y la gratificación postergada participan en la búsqueda del placer y la recompensa", concluye.

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