Interiorismo

Dime de qué color tienes las paredes y te diré a qué generación perteneces

Las modas y tendencias en interiorismo y decoración cambian mucho en función de la edad de las personas que habitan el espacio

Una paleta de colores en una imagen de recurso.
Clara Massons
04/05/2025
5 min

BarcelonaLa casa es el reflejo de nuestra personalidad y nuestro día a día. Todos tenemos un estilo decorativo que se va modificando con los años, nuestro crecimiento personal y los requisitos del estilo de vida. La casa también cambia porque es orgánica y tiene una funcionalidad que se adapta a nosotros. Pero además de nuestro gusto en la decoración, en el aspecto de la casa también influyen nuestros valores y capacidad económica. Esto hace que cada generación, desde nuestros abuelos, hasta los boomeros, los milenniales y la generación Z, tengamos preferencias decorativas y rasgos distintivos comunes que caracterizan nuestra casa y nos unen como conjunto.

El estilo de los más jóvenes

El estilo de la generación de los jóvenes de 20 años aún no lo sabemos porque apenas pueden pagarse una habitación en un piso compartido, en estos momentos. La interiorista Olga Gil-Vernet, del estudio que lleva su nombre, explica que "cuando los jóvenes pueden independizarse tienen la ilusión del primer piso y se arriesgan con colores atrevidos. También quieren espacios amplios para invitar a sus amigos y cenar juntos", comenta. Más adelante, cuando ya tienen hijos, se preocupan más por el espacio, y cómo maximizarlo aprovechando sus muebles. Hoy en día, todos priorizamos la funcionalidad y la practicidad. "A diferencia de la época de nuestros abuelos, en la que sólo había un par de tiendas de muebles, ahora tenemos a nuestro alcance muchos estilos diferentes y asequibles, que se pueden combinar y recrear el estilo que queramos. Además, en las redes sociales podemos ver casas de todo el mundo y cambiar nuestra sala de estar según lo que más nos guste, con poca inversión."

Espacios abiertos, requisito de los milenniales

Actualmente, los milenios, nacidos en los 80 y 90, quieren comodidad y espacios polivalentes, para que los hijos pequeños puedan jugar en la sala, y cuando son adolescentes, estudiar en ella, por el contrario, la sala era la sala, y el dormitorio era sólo dormitorio. espacios abiertos, porque tampoco cocinamos como se hacía antes. Cocinamos menos, y más ligero. Quizá sea la excepción la escudella de Navidad", explica Laura Martínez, del Estudio Laura Martínez Interiorismo. Otro aspecto muy importante es el espacio de trabajo. a raíz de la covid es el espacio de trabajo. Aunque sea pequeño, ahora todo el mundo quiere tener un despacho o rincón para teletrabajar.

Desde el confinamiento, especialmente, se prioriza estar a gusto en casa. Los milenniales dejan atrás los colores llamativos de la juventud y piden el color blanco, pero también otros tonos crudos y suaves que den calidez y armonía a la casa. Nuestra preferencia por paredes blancas y crudas en la adultez nos permite tener un color que perdure, que no nos canse, y admite los cambios decorativos que queramos implementar en estos tiempos de millones deinputs y de consumo tan rápido. "A los barceloneses les gusta el estilo del Eixample: techos altos, suelos hidráulicos, rosetones, puertas blancas. Pero eso es una quimera, porque solo existe en el Eixample". Por el contrario, un exceso de blanco puede ser contraproducente. Olga Gil-Vernet explica: "El blanco puede ser frío y dar un aspecto de dentista u hospital. Es mejor jugar con otros tonos, que van a crear un ambiente más relajante. Hay que ver la casa como un conjunto".

Pero esa predilección por el blanco y los colores crudos no siempre ha sido así. Laura Martínez nos remite a los años 80, que estaba de moda tener una habitación de cada color. El dormitorio era azul, la cocina blanca y roja, la sala de color salmón… Era un revoltijo. Esto hace que los milenniales, de jóvenes, siguieran un poco esta tendencia. Pero una vez cambian las tendencias, los gustos personales se modifican también.

La interiorista Laura Martínez añade que sus clientes prefieren los tonos "grasa", entre gris y beige, en toda la casa. Quieren dar uniformidad y pintan toda la casa igual cuando se deciden a reformarla, y quizás, los clientes mayores de 60 años, añaden alguna pared en otro color para hacer contraste, como el cabezal del dormitorio principal. "Se busca la atemporalidad", explica. "Paredes de colores grasa y neutras, para que resistan el paso de los años y los clientes no se cansen."

Los 'boomers' quieren pisos más pequeños y elegantes

La generación de los boomeros, nacidos entre 1946 y 1964, recurren a servicios de reforma e interiorismo cuando se mudan a pisos más pequeños y piensan en su casa a largo plazo. "Jubilados y con los hijos adultos fuera de casa, no necesitan tanto sitio y buscan espacios prácticos, más fáciles de limpiar y adaptados a posibles necesidades futuras, como una anchura de puertas para sillas de ruedas o bancos en los platos de ducha", explica Laura Martínez. También optan por espacios abiertos, por ejemplo mediante vidrieras. Olga Gil-Vernet añade que muchos clientes de esta edad aprovechan la mudanza o la reforma para deshacerse de muebles grandes y desproporcionados con el tamaño de los pisos de ahora. "Los muebles demasiado grandes rompen la armonía ya esa edad se atreven a deshacerse de cosas que han guardado toda su vida". Éste es un factor básico de la decoración. Un espacio apretado no es armónico, por eso las dos decoradoras insisten en sacar de la vista el ruido visual o deshacerse del exceso. En sus proyectos de interiorismo, recalcan el orden y que cada cosa tenga su sitio. Coinciden en que, en general, acumulamos demasiadas cosas que ya no utilizamos (o que no hemos utilizado nunca) y recuerdos porque nos da pena tirar o dar. Hay clientes que tienen 3 vajillas en el comedor que no han utilizado ni utilizarán nunca, pero quieren un mueble a medida porque no se quieren deshacer. Al igual que las sábanas decoloradas con las iniciales bordadas de la suegra, que están guardadas ocupando espacio. "Pero hay un momento de la vida en que las personas se vuelven más selectivas y prácticas y ya no quieren cargar más. Piensan que ya han disfrutado algunos muebles y los dan a la hija oa la nieta, o los vienen de segunda mano por alguna aplicación móvil. Los que son abuelos ahora conservan alguna colección, pero no tanta cosa como antes, porque, por ejemplo, por ejemplo, por ejemplo" Gil-Vernet.

¿Existen más diferencias de estilo decorativo entre una generación y otra? La respuesta es que sí. Los boomeros quieren un espacio algo más sofisticado que los milenniales. "Piden molduras en las paredes, algo como el estilo que se lleva a Madrid o Bilbao. Son pisos algo más elegantes, pero no tan señoriales y serios como el estilo de nuestros abuelos, en los que la casa debía estar impoluta, especialmente para las visitas", explica Laura Martínez. "Con la decoración pasa algo como la ropa: cada vez es más cómoda e informal, se puede comprar en muchos sitios diferentes a muchos precios, y cambia de tendencia rápido", dice Gil-Vernet. Los clientes boomeros escogen papel pintado o algunas paredes de color porque piensan "si no lo hago ahora, nunca lo haré".

¿Hacia dónde van las tendencias en decoración?

Y ahora, ¿hacia dónde vamos? Las profesionales tienen claras las nuevas tendencias en decoración: la nueva moda es la madera oscura, más colores, y más curvas y formas orgánicas en todo, como sofás y paredes. Pero Laura Martínez explica que los clientes catalanes siguen fieles a sus gustos. "A pesar de la nueva tendencia, el estilo nórdico, austero, minimalista y de madera clara sigue predominando en las preferencias actuales de los catalanes a la hora de realizar reformas y decorar su casa".

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