El Círculo de Economía avisa que la unión BBVA-Sabadell acentuará el desequilibrio territorial en favor de Madrid
La entidad catalana opina que la Competencia debería haber forzado la venta de parte del negocio o impedir la operación


BarcelonaEl Círculo de Economía destaca el equilibrio territorial como principal impacto de la posible fusión que promueve el BBVA con Banc Sabadell. Éste es uno de los argumentos de "interés general" incorporados por este organismo a la consulta pública lanzada por el gobierno central, que han presentado este martes el presidente del Círculo, Jaume Guardiola, y el director general, Miquel Nadal. La entidad entiende que las únicas opciones que debería haber aprobado la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para preservar la libre concurrencia eran o imponer la venta de parte del negocio ante la posible concentración o, sencillamente, impedirla.
El desequilibrio territorial en favor de Madrid es uno de los que preocupa al menos desde hace veinticinco años en el Círculo que, al mismo tiempo, subraya que "el equilibrio territorial es un bien jurídico de interés general" que, además, recoge la Constitución. La fusión prevista supondría un paso más en el proceso de concentración financiera y empresarial en Madrid. "Supone acentuar el desequilibrio territorial que ya existe", ha afirmado Nadal. Guardiola, que fue alto directivo del BBVA y consejero delegado del Sabadell, ha destacado que la opinión del Cercle no va contra el BBVA, fuertemente implantado en Catalunya desde hace años, ni contra la CNMC, sino "a favor del interés general y de la competencia".
La entidad recuerda la especial vinculación territorial del Sabadell y con una fuerte implicación en el tejido productivo de los territorios en los que opera. Aunque BBVA ha manifestado que prevé mantener una doble sede corporativa, esto no es una condición impuesta por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Además, las operaciones anteriores, como la incorporación de Banca Catalana, Unnim o Catalunya Banc, supusieron su desaparición.
El Círculo también incluye el proceso de consolidación del mercado único europeo, que pasa por las fusiones transfronterizas. La entidad considera que la excesiva concentración en mercados nacionales podría afectar a este proceso y propone remedios como mantener el Sabadell con personalidad jurídica y gobernanza propia. También reclama al gobierno que controle estas condiciones. El Círculo avisa de que debe vigilarse que a través de operaciones de integración económica, "los centros de decisión y la red de servicios asociados a los mismos queden localizados en exceso en una determinada ubicación". Y recuerda que el proceso de consolidación bancaria iniciado en 2008 supuso "una fuerte concentración de los centros de decisión en Madrid".
De cuatro a tres grandes jugadores
Al mismo tiempo reclaman el completo informe del dictamen de la CNMC, que avaló la opa por unanimidad. El Círculo entiende que no se preservaron las condiciones de competencias especialmente en lo que se refiere a las condiciones de crédito a las pymes y empresas grandes. En España sólo hay cuatro grandes bancos con posibilidades de realizar estas ofertas en todo el estado y la operación reduciría el número de jugadores en un 25%, de cuatro a tres; y aumentaría la concentración en el sector. Por eso se basan en un informe hecho por la Autoridad Catalana de la Competencia (ACCO).
La entidad entiende que el riesgo estructural de la fusión afecta a todas las empresas, no sólo a las que son clientes del BBVA, del Sabadell o de las dos entidades. Y es un riesgo, añaden, sin límite temporal. Las condiciones impuestas por la CNMC son sólo de comportamiento, siendo "insuficientes para hacer frente al riesgo estructural de empeoramiento de la competencia", explican. También afecta, entienden, a la capacidad del sistema bancario de innovar.
Además de la reducción del número de jugadores en el mercado, desaparecería el tejido de alianzas del Sabadell para mejorar productos y tecnología. La única forma de evitarlo habría estado imponiendo medidas de desinversión o no autorizar la operación. El Círculo defiende "una economía en red, donde los centros decisorios se distribuyan de forma equilibrada entre los distintos territorios", perueno, a su entender, "favorece el desarrollo económico armónico".
La entidad decidió no sumarse a una carta conjunta de varias entidades empresariales y económicas catalanas al presidente del gobierno, Pedro Sánchez, para reclamar que vete la fusión del BBVA con el Sabadell. Este grupo formado por las trece cámaras de comercio, las patronales Foment del Treball, Pimec, Pimec Autónomos y Cecot, Feria de Barcelona, Barcelona Global, FemCat, el RACC y el Colegio de Economistas, hicieron un llamamiento a la participación en una consulta pública inédita lanzada por el ejecutivo central destinada a recoger opiniones que afectaran a cuestiones que afectaran a través de un dictamen de la CNMC.
El plazo para participar acabó el pasado viernes. Ahora el ministerio de Economía tiene hasta el martes de la próxima semana para decidir si eleva el expediente al consejo de ministros, que dispondrá de otros treinta días hábiles para acordar si pone más condiciones a la fusión promovida por el BBVA. El banco presidido por Carlos Torres Vila anunció que no participaba en este proceso "porque no hay factores de interés general afectados por la operación". Es un punto de vista muy distinto al de los sindicatos UGT y CCOO, que ponían el foco en la destrucción de puestos de trabajo –"entre 7.684 y 10.567, en especial trabajadores con más de cincuenta años"– y en el cierre de oficinas. Las patronales catalanas afirmaron en su día que la integración prevista podría reducir el volumen de crédito disponible entre los 54.000 millones (Pimec) y los 70.000 millones de euros (Foment del Treball).
En el documento colectivo enviado a Sánchez, las entidades afirmaban que, más allá de las consideraciones técnicas, existen también razones de interés general que justificarían no continuar con la fusión entre ambas entidades bancarias. "España necesita también bancos de proximidad a las empresas, especialmente los proyectos de menor dimensión, y que encuentran sus ventajas competitivas en el conocimiento profundo del tejido empresarial y social. A nuestro entender –prosiguen– el interés general de España incluye la disponibilidad de canales de ahorro y crédito que se adapten de forma efectiva a las necesidades de los distintos segmentos empresariales y colectivos sociales".