Literatura

Las francesas que enviaron a América para casarse con colonos desesperados

La escritora francesa Julia Malye recupera la historia de un grupo de mujeres de entornos marginales que intentaron construir una vida en Luisiana

Julia Malye , autora de 'Las chicas de Louisana'
3 min

BarcelonaJulia Malye (París, 1994) publicó su primer libro, La novia de Tocqueville, cuando tan sólo tenía 15 años. "Empecé a escribir porque cuando era pequeña me daba mucho miedo olvidar las cosas", explica. Se releyó a todos aquellos dietarios de cuando tenía 12 o 13 años, pero no le evocaban nada, no la trasladaban al pasado. Así que decidió escribir ficción. "Tenía otro miedo, quedarme encerrado en mi mente, era una sensación de claustrofobia, y escribir me permitía vivir otras vidas", dice. Ahora, con Las chicas de Luisiana, traducido al catalán por Josep Maria Pinto (Empúries/Salamandra), se pone en la piel de un grupo de chicas francesas que en 1720 zarparon a bordo de La Baleine. Todas habían salido de la Salpêtrière, un orfanato y correccional de fama infausta donde vivían recluidas huérfanas, prostitutas, enfermas, abortistas, hijas rechazadas por las familias porque no encajaban o, simplemente, mujeres con un punto de rebeldía. Su destino era América, concretamente Luisiana, donde las esperaban colonos desesperados por encontrar mujer. "Eran como una mercancía —explica Malye—. En el viaje que describo se embarcaron con un grupo de monjas ursulinas, estaban algo protegidas; en la anterior, muchas habían muerto porque realizaron el viaje en condiciones terribles y encadenadas", añade la autora.

Malye da voz a estas mujeres, pero no es fácil saber qué pensarían o quiénes eran. "Mucha literatura de la época es novela de aventuras, pero me pregunto qué tipo de aventuras son cuando se fueron a destruir, matar y expoliar", afirma. La autora quería escribir desde la perspectiva de las mujeres. "Ellas fueron víctimas, pero a su vez formaban parte de la colonización y no podía escribir sobre ellas sin hablar también de su cuerpo, porque su misión era tener hijos", dice. Son prácticamente invisibles, no aparecen en los relatos históricos: "Según los archivos, una mujer nace, se casa, tiene hijos y se muere. En cambio, cuando miras a los hombres tienes mucha más información; por ejemplo, puedes saber qué profesión tenían", lamenta Malye, que ha destinado siete años a este libro y ha hecho mucha investigación.

Trabajó con la lista de pasajeras de La BaleinePero sólo tenía los nombres de las mujeres, que oscilaban entre los 12 y los 30 años. protagonistas, pero el número se fue reduciendo y utilizó la imaginación para describir y contar la vida de tres: una huérfana de 12 años, una aristócrata rechazada por la familia y una abortista "Al final, cada mujer representaba a unas cuantas", asegura Curiosamente, a la Salpêtrière una placa de las mujeres. "Hay las hijas del rey, que es un grupo que viajó a Canadá un siglo antes, entre 1663 y 1673. A ellas sí se las rememora, quizás porque su nombre tiene más glamur y tenían la protección del rey, y están presentes en la historia de Canadá. En cambio, nadie recuerda a las que enviaron a bordo de Pélican, La Baleine, La Mutine o Las Deux Frères", dice Malye.

El punto de vista de los natchez

La autora ha querido tener en cuenta la perspectiva de los natchez, uno de los grupos humanos que poblaban el curso inferior del Misisipi. "Me daba cierto miedo, ¿por qué hasta qué punto tengo derecho a ponerme en la piel de una mujer Natchez que vivió hace tres siglos? He querido ser muy rigurosa e intenté obtener fuentes, pero es complicado porque toda su tradición es oral", explica. Finalmente, Malye va a ponerse en contacto con Hutke Fields, jefe de la nación natchez.

Hay dos versiones de la novela. "Empecé escribiendo en inglés y trabajé en este idioma durante cinco años, pero después la reescribí en francés. Fue una experiencia muy interesante, porque conocí a las mujeres hablando en su idioma materno. Me di cuenta de que en francés me decían cosas que no me decían en inglés", explica. Así pues, existe la versión inglesa que se ha publicado en Estados Unidos y la versión francesa, que se puede encontrar en las librerías francesas. En los países en los que se ha traducido, ha habido preferencias diferentes. Cataluña ha elegido la versión francesa, pero Grecia, por ejemplo, ha optado por la inglesa.

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