Algunos de los investigados en la red de pederastia tienen hijos menores y parejas estables
Uno de ellos admitió que se sintió incómodo ante la edad prematura de la víctima

BarcelonaEn el momento de la detención, los Mossos d'Esquadra quisieron dejar claro que los implicados en la red de pederastia y pornografía infantil eran hombres "de todos los estatus sociales" y de edades distintas que iban desde los 19 hasta los 50 años. Ahora bien, varios investigados en uno de los casos por pederastia más importantes de la historia de Cataluña comparten un perfil similar. Por ejemplo, según documentos judiciales aportados por Efe, algunos de ellos tenían hijos pequeños y pareja estable.
Uno de los investigados estaba al cuidado de un recién nacido en el momento de la investigación, otro tenía un menor de ocho meses y un tercero, un hijo de poco más de un año. Además, buena parte de ellos tenía trabajo estable. El líder de la red era un electricista para quien la Fiscalía ha pedido una condena de 107 años de cárcelpara violar y grabar pornografía infantil a expensas de una menor a cargo de la dirección general de Atención a la Infancia ya la Adolescencia (DGAIA). Si bien él tendría antecedentes por prostitución de menores en Valencia, otros investigados no tendrían ninguno.
En junio del año pasado, los Mossos d'Esquadra dieron por desarticulada esta red de pederastia, que investiga el juzgado de instrucción número 7 de Barcelona, tras identificar once víctimas, aunque la cifra podría subirse a 25, y detener a dieciséis pederastas, si bien en los vídeos más de 16 pederastas. Este caso se remonta a 2020 y por su complejidad tiene hasta tres causas abiertas en los juzgados. Sobre uno de los casos, la Audiencia de Barcelona manifestó en una resolución que se trató de "una conducta continua en el tiempo y en un número elevado de actos delictivos de naturaleza sexual de extrema gravedad".
Varios de los investigados por el caso inicial, el de la menor tutelada por la Generalitat que tenía 12 años cuando empezaron las agresiones, argumentaron en sede judicial que desconocían que la víctima fuera menor. Sin embargo, uno de ellos sí admitió ser consciente de su corta edad. Incluso, uno de los implicados admitía en mensajes al líder de la trama, que le había facilitado la agresión, su incomodidad frente a la edad de la víctima. La Audiencia de Barcelona rebate que la víctima era "una adolescente precoz y no una adulta" y que aparentaba una edad "muy cercana a la que realmente tenía", sin que en modo alguno se la pudiera considerar "una mujer joven y ya sexualmente madura".