"Me enganché a la torta a los 14 años. No podía dormir si no me jodía una raya"
Uno de cada ocho españoles reconoce haber tomado esta droga al menos una vez en su vida y el Estado lidera el ranking de consumo en los países europeos

BarcelonaEl 13% de los españoles entre 15 y 64 años reconoce haber consumido cocaína al menos una vez en su vida. Esto es uno de cada ocho ciudadanos. Hace 25 años ese porcentaje era sólo de un 3,1%. Es una de las conclusiones del último informe Edades sobre consumo de alcohol y otras drogas. La cocaína, tal y como advirtió el jueves Naciones Unidas, es la droga que más ha crecido durante los últimos años a nivel mundial. Políticos, deportistas, abogados, periodistas... la cocaína está presente en todos los estratos sociales, y España –Cataluña incluida– es el país de Europa que más consume. "Va ligado a nuestra cultura del ocio. Nos drogamos por socializar, mientras en los países del norte de Europa lo hacen para evadirse", explica el responsable de toxicología del hospital Clínic, Emilio Salgado, quien considera que en la cultura mediterránea la prohibición no sería la solución a esta problemática. "Drogarnos forma parte de nuestra naturaleza", sostiene.
El informe de Edades, sin embargo, también pone de manifiesto que hay mucho consumo esporádico. Es la parte positiva –o menos negativa– de la masiva presencia de cocaína en la Península Ibérica. La droga no arraiga en la mayoría de los consumidores, que pueden estar bastante tiempo sin esnifar polvo blanco y continuar con sus vidas. Salgado, sin embargo, avisa de que "la cocaína es una ruleta rusa": "No debes ser adicto por tener consecuencias cardiovasculares".
Cuando se cae en la adicción, aumentan los problemas. No sólo de salud. "Con la pandemia mucha gente se gastaba mucho dinero en cocaína y, cuanto más arruinados estaban, más se jodían", relata un narcotraficante al ARA. Y las deudas de algunos clientes se dispararon de forma vertiginosa. Entonces es cuando llegan las mentiras a la familia y los amigos, y los robos para conseguir dinero para obtener más droga. "Me enganché a la cocaína muy joven, cuando tenía catorce años. Y consumí hasta los 27, que me desintoxicé. La cocaína está diseñada para que seas adicto. Al principio no podía dormir si no la tenía, me hacía una raya y me dormía", relata un exconsumido.
A pesar de estos casos de adicción alta, en España el porcentaje de quienes han consumido cocaína durante los últimos doce meses se mantiene estable. En los últimos 25 años, esta estadística ha oscilado entre un 1,9% y un 3% de los ciudadanos.
Mismo precio, pureza alta
En 2023 cerca de 25 millones de personas consumieron cocaína en todo el mundo. Una década antes la cifra no superaba los 17 millones. Este fuerte aumento se debe, en parte, a que se trata de una droga que no se ha encarecido, ya que la alta producción y la capacidad de distribución de las redes criminales mantiene inundados a los mercados internacionales y es de los pocos negocios que no ha sufrido inflación. Hace cuarenta años un gramo valía unas 10.000 pesetas de la época –60 euros–, lo mismo que puede costarle hoy al consumidor catalán.
Todo ello provoca que no exista la necesidad de adulterar la droga. La cocaína llega pura. Sin embargo, existen consumidores que la prefieren mezclada con otras sustancias. Es una cuestión de gusto y costumbres. Lo reconoce en el ARA un segundo narcotraficante que empezó a vender marihuana, pero con el paso del tiempo y viendo la capacidad de ganar dinero que ofrecía la cocaína, se lanzó por el nuevo mercado.
El joven comprobó cómo algunos de sus clientes preferían la droga adulterada y aprendió a hacerlo él mismo en casa. "No necesitas ser un químico, es muy fácil", relata. Siempre con guantes para no dejar rastro, le adulteraba porque a sus clientes les gustaba más. Sin embargo, a pesar de casos como éstos, el nivel de adulteración que se está registrando en los últimos cinco años es muy bajo. En el Clínic, donde tienen una muestra reducida, formada por todas las personas que son atendidas en Urgencias, la presencia del levamisol, uno de los principales adulterantes, es prácticamente irrisoria. En 2018 se detectaba mucho más que ahora.
Según datos de la Oficina de Droga y Crimen de Naciones Unidas (UNODC), España tiene un grave problema sobre todo con la cocaína y, a otro nivel, con la marihuana. Y mientras el consumo de opioidesco, anfetaminas y éxtasis está por debajo de la media europea, con la cocaína y el cannabis España sólo tiene por encima a Estados Unidos. De hecho, con la marihuana se multiplica por 2,5 la media mundial mientras que con la cocaína se dispara mucho más: 4,5 veces más que el consumo mundial.
En el caso del cannabis, estos altos porcentajes de prevalencia están vinculados a que España –y sobre todo Cataluña– es un productor mundial que exporta a todo el mundo. Y, con el polvo blanco, porque los puertos españoles son la puerta de entrada de la droga a Europa. Tal y como dice el investigador de la UNODC, Thomas Pietchsmann, un "país de tráfico acaba convirtiéndose en país consumidor".
En el 2024 el Clínic atendió a 1.509 pacientes por consumo de drogas. cocaína: en un 25,5%
De los 390 casos, en 40 se detectó presencia de crack –cocaína base convertida en cristal para fumarla–; un hecho que era mucho mayor. 3,5% requirieron ingreso hospitalario. El resto de pacientes, después de unas horas de tratamiento, pudieron recibir el alta. resume Salgado.
Tras la cocaína, entre los más de 1.500 casos que analiza el Clínic, se encuentran las anfetaminas, el cannabis, y el GHB (ácido gamma-hidroxibutírico, mal llamado éxtasis líquido o biberón). En casi un 8% de los casos se detectan medicamentos: la pregabalina (un antiepiléptico, analgésico y ansiolítico) y el clonazepam (un fármaco que actúa sobre el sistema nervioso central). Por delante de la ketamina se encuentra el tusis, una droga que se llama también cocaína rosa por su característico color, pero que se trata de una mezcla de MDMA, cafeína y ketamina, que provoca alucinaciones muy fuertes. "Puedes ver muertos persiguiéndote con un garrote", pone de ejemplo el facultativo.
Entrevista a Emilio Salgado
¿Qué efectos produce el consumo de cocaína?
— El efecto agudo fundamental de la cocaína es el excitario/estimulante. presión arterial, del ritmo y la frecuencia cardíaca, de la contracción de las arterias, entre otros efectos, lo que puede provocar una complicación grave, como un infarto agudo de miocardio o un ictus cerebral. En cuanto a los efectos crónicos, sin contar los relacionados con la adicción, uno de los efectos más relevantes y peligrosos sería el (arterioesclerosis), especialmente en las cardíacas y cerebrales. También los cambios anatómicos del músculo cardíaco, ya que intenta adaptarse al aumento de trabajo causado por el consumo de cocaína (hipertrofia ventricular).
¿Qué ocurre cuando se combina con otras drogas?
— La combinación de la cocaína con otras substancias de abuso puede potenciar o disminuir el efecto estimulante; por ejemplo, si se consume con alcohol etílico (la más habitual) se forma un metabolito en el organismo, el cocaetileno, que tiene una potencia tóxica similar a la cocaína, pero con un efecto más duradero, lo que aumenta el riesgo de complicaciones cardiovasculares o cerebrales agudas. El consumo conjunto con otros estimulantes, como los derivados anfetamínicos, puede afectar a los mecanismos de termoregulación del cuerpo y provocar una subida descontrolada de la temperatura corporal (hipertermia), con tasas de mortalidad muy altas.
La cocaína que llega a España es muy pura, no está cortada: ¿qué implica esto para el consumidor?
— No tengo pruebas para sostener esa afirmación. Sin embargo, la presencia de adulterantes en las muestras de orina de pacientes atendidos en urgencias por intoxicaciones agudas por cocaína ha sido anecdótica en los últimos años.