Procesión delirante por la muerte del Papa

Periodista i crítica de televisió
2 min

La muerte del Papa, anunciada sobre las diez de la mañana, alteraba el ritmo de las distintas cadenas. TV3, en pleno festivo de Pascua, se fusionaba con el 3/24, con Bea Duodu al frente entrevistando a quien podía y sin enviado especial a Roma. Las conexiones con la Catedral de Barcelona servían de comodín provisional. El periodista Ferran Moreno llegaba con prisas a la plaza de San Pedro del Vaticano justo para aparecer al final del Telenotícies. Por la tarde, Carles Costa –con corbata negra– asumía el especial. El titular en pantalla era chocante: "La muerte ha cogido por sorpresa a todo el mundo, porque hasta ayer estuvo activo". El tono del especial, más allá del carácter informativo y de análisis, tenía también un deje emotivo y sentido. Por suerte, a media tarde apareció Vicenç Lozano, excorresponsal en Roma de la cadena. Expertísimo en cuestiones vaticanas, siempre va más allá de lo obvio en los asuntos papales. En las próximas semanas tendrá que ser una figura puntal para TV3.

En España, el lunes laborable cogió a las distintas cadenas con más recursos para afrontar la noticia. La 1, que tenía que estrenar el magacín Mañaneros y continuar por la tarde con Malas lenguas, canceló los programas para hacer especiales informativos. La prueba de que la nueva parrilla de TVE es incapaz de sostener la actualidad con formatos y profesionales más pensados para el entretenimiento. En Telecinco, Ana Rosa Quintana no interrumpió su entrevista al ministro Carlos Cuerpo, pero después mojaron pan. Incluso analizaron el deterioro del pontífice a través de una cronología de fotografías. En Antena 3, la muerte del Papa sorprendió a Susanna Griso en plena entrevista al presidente de Murcia, Fernando López Miras. La presentadora se encargó de comunicarle la noticia y él se declaró un ferviente creyente: "Ahora tenemos que rezar para que esté junto a nuestro señor Jesucristo". Con audacia, Griso le recordó las últimas palabras del pontífice sensibles al sufrimiento de los migrantes y las puso en contraste con sus negociaciones con Vox, que quiere impedir la llegada de menores. López Miras tuvo que hacer filigranas retóricas para salir del paso. En la pausa publicitaria, Griso modificó su vestuario: del chaleco fúcsia pasó a una camisa azul marino de manga larga para adecuarse al duelo. Por la tarde, Y ahora Sonsoles era una procesión delirante de todo tipo de personajes que conocieron al Papa. La típica pesca de arrastre de invitados de todo tipo y condición: entre otros, desde la folclórica María del Monte hasta Carlos Herrera, pasando por Jordi Évole y por Pasión Vega y "su tango que emocionó al Papa". El veterano corresponsal Antonio Pelayo acabó llorando en directo, junto con la humorista Sara Escudero y el director de Vida Nueva, José Beltrán. El resultado global es el retrato de un país beato en el sentido más pintoresco. Y hay que reconocerle al papa Francisco la paciencia de haber recibido a todo cristo. Con perdón.

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