Otro amarillo y una estelada: así es la nueva imagen de la CUP
El partido quiere situar en el foco el debate sobre el modelo económico en su nueva etapa: "Debemos dejar de ser un país de cerdos y turistas"


BarcelonaEl proceso de refundación de la CUP ha llegado a su imagen. Los anticapitalistas mantendrán finalmente las siglas que han utilizado hasta ahora, pero este domingo han presentado un logotipo renovado con el objetivo de dar el pistoletazo de salida a lo que esperan que sea un nuevo ciclo con mejores resultados electorales, con un discurso "más claro" y netamente independentista. Cambian el color corporativo, que pasa a ser un amarillo más oscuro y la tipografía. La estelada sigue apareciendo, con un nuevo diseño y en un lugar "bien visible", destacan desde el partido.
El nuevo logotipo se ha presentado este domingo en Capellades, en un acto para poner en marcha la campaña Construimos el país para preparar el partido de cara a las municipales del 2027. Con esta nueva imagen, la CUP "quiere proyectar lo que es: un proyecto más sólido, más maduro y más consolidado", explican fuentes anticapitalistas. La renovación de la imagen se suma a los cambios orgánicos impulsados por la formación este otoño, cuando Non Casadevall fue elegido secretario general. Una figura que la CUP, que se reivindica como un partido de carácter asambleario, nunca había tenido. En cuanto a la hoja de ruta, la formación culminó la asamblea revalidando la apuesta por mantenerse en las instituciones.
"Abrimos una nueva etapa"
Al acto asistieron diputados cuperos en el Parlament, concejales y exdirigentes como Anna Gabriel, además de representantes de la Asamblea, de Òmnium y de la Intersindical. Casadevall ha aprovechado su intervención para sacar pecho del "proyecto claro" del partido, "la izquierda de verdad y que no traiciona", a diferencia de la izquierda "domesticada". "Hoy abrimos una etapa con una CUP actualizada, valiente y afilada", ha añadido la coportavoz del partido, Su Moreno.
En este nuevo ciclo, la CUP quiere implicarse al máximo en el debate sobre cuál debe ser el modelo económico del país, desde la industria hasta la alimentación, pasando por la energía. Los diputados cuperos acusan a menudo al gobierno de Salvador Illa de haber asumido "la agenda de la patronal" apostando por grandes infraestructuras y dando la espalda a las políticas contra el cambio climático o la gentrificación. "Debemos dejar de ser un país de cerdos y de turistas. Nos han trinchado el país, y en el contexto actual, de desafección y falsa normalidad, la única alternativa es la CUP", ha dicho Casadevall.
El debate sobre el modelo económico será uno de los ejes principales de la acción del partido, junto con la defensa de la lengua y la vivienda. De cara a las municipales, los cuperos son optimistas en cuanto a volver a entrar en el Ayuntamiento de Barcelona después de dos mandatos fuera, y recuperar la representación en Tarragona y Lleida —en los últimos comicios estuvieron a punto de conseguirlo—. Girona es ahora la joya de la corona de la CUP, donde gobiernan con Guanyem, de la mano de Lluc Salellas.