Sánchez cesa su mano derecha por corrupción y se intenta blindar en la Moncloa
El presidente español pide perdón a la ciudadanía, descarta elecciones y encarga una auditoría externa sobre las cuentas del partido
Madrid / Barcelona"Pido perdón a la ciudadanía ya todos los militantes del PSOE. Estaba convencido de la integridad de Santos Cerdán. No había ningún indicio de su participación en el llamado caso Koldo. Pero esta mañana han aparecido indicios muy graves, por lo que esta tarde he pedido su dimisión con efectos inmediatos. De nuevo, pido". Así ha arrancado este jueves Pedro Sánchez su comparecencia en Ferraz tras el cese del número 3 del PSOE, Santos Cerdán, a raíz de un demoledor informe de la Guardia Civil que le señala por presunta corrupción. "No deberíamos haber confiado en él", admitió el presidente español y líder del PSOE. Visiblemente afectado y con un tono grave, ha anunciado que pondrá en marcha una auditoría externa sobre las cuentas del partido y que reestructurará la ejecutiva el próximo 5 de julio. En cambio, ha descartado cambios en el consejo de ministros y el adelanto electoral que le reclama el PP.
La dimisión de Santos Cerdán de todos sus cargos deja muy tocado a Pedro Sánchez, obligado a comparecer en la sede del PSOE en la calle Ferraz después de muchos días sin dar explicaciones ni del caso Leire Díez ni de las sospechas sobre su estrecho colaborador. La última vez que Sánchez ofreció una rueda de prensa en la sede socialista fue antes de llegar a la Moncloa, en junio del 2018. El Tribunal Supremo atribuye al hasta ahora número 3 del PSOE "connivencia" con el exministro José Luis Ábalos y su exasesor Koldo García en el cobro de comisiones ilegales deriva –Acciona, una de las señaladas, abrirá una investigación interna– ministros y altos cargos del PSOE, que ponían la mano en el fuego por él. "Tengo muchos defectos y uno es creer en la limpieza de la política", lamentó Sánchez. Cerdán comparecerá en declarar el próximo 25 de junio para defender su "inocencia", según afirma en su carta de renuncia, pero Sánchez ha dejado claro que "los indicios que ha aportado la Guardia Civil son una enorme decepción".
"Como he señalado estos días, nunca he cometido ninguna ilegalidad ni he sido cómplice de cabeza", insiste Cerdán en su carta. La presidenta de Navarra, María Chivite, también compareció y, con lágrimas en los ojos, reconoció que "no es un día fácil". "Le he leído [el informe] y no reconozco a la persona con la que he compartido carrera política y mi amigo", ha lamentado. A la espera del recorrido judicial, los indicios contra los dos últimos secretarios de organización de Sánchez en el PSOE han dejado en bandeja de plata a Alberto Núñez Feijóo poder dirigir las sospechas contra el presidente español. "Es imposible que el secretario general del PSOE no supiera qué hacía su anterior número dos ni su actual número dos", criticó en una comparecencia en la sede de Génova. Sin embargo, Sánchez ha reivindicado su reacción "contundente" y la ha diferenciado de otras organizaciones –en referencia al PP– que no asumen responsabilidades ante casos graves de corrupción.
¿Financiación irregular del PSOE?
Sánchez fue muy claro a la hora de circunscribir las presuntas irregularidades en la figura de Cerdán –y Ábalos y Koldo– y negó una corrupción estructural del partido ni del gobierno español. La UCO insinúa comportamientos del ex número 3 que apuntarían a una financiación irregular del PSOE, por lo que Sánchez ha anunciado una auditoría externa de las cuentas de la formación para "eliminar ninguna sombra de duda", aunque ha destacado que los informes del Tribunal de Cuentas sobre la contabilidad siempre han sido "positivos". En este sentido, también ha separado de ello al gobierno español. "No habrá convocatoria electoral hasta 2027 porque esto no va de mí ni del PSOE, va de un proyecto político que está haciendo cosas buenas para la transformación económica y social y la defensa de un modelo de país que hoy más que nunca es necesario".
El escándalo sobre Cerdán, sin embargo, es un punto de inflexión y el apoyo de los socios de legislatura es ahora más complicado. "Es necesario uno reset de las relaciones con el PSOE y la legislatura necesita un giro de 180 grados", ha pedido la líder de Sumar, Yolanda Díaz, que ha descartado salir del gobierno y ha avalado que la legislatura continúe hasta 2027. Esquerra ha dejado claro que no facilitará un gobierno de PP y Vox porque "encarnan a una corrupción sis subrayado que no existe una mayoría alternativa a Sánchez. No es el caso Cerdán, es el caso PSOE, y hace un daño irreparable a nuestra democracia", consideró la portavoz de Podemos, Ione Belarra, a través de la red social X.
En Junts también ponían la mano al fuego por Cerdán hasta el final y le situaban como una víctima de las "condenas mediáticas y policiales", pero la dimisión y la comparecencia de Sánchez han cambiado el escenario y la formación de Carles Puigdemont ha constatado la "gravedad" de los indicios. Tras una reunión de urgencia de la permanente, Junts solicitó un encuentro del secretario general, Jordi Turull, y el portavoz en Madrid, Míriam Nogueras, con Sánchez para analizar la "viabilidad" de agotar la legislatura.
Feijóo descarta la moción de censura
Habrá que ver cómo el presidente español resiste hasta el 2027, con menos margen para aprobar presupuestos pero con el as en la manga que difícilmente nadie votaría una moción de censura de PP y Vox. El reto para Sánchez será gestionar el desgaste y una situación de debilidad para que pase la mínima factura en las urnas. Así, el líder del PP descartó por el momento presentar una moción de censura y anotó que intentará echar al presidente español "cuando haya alguna posibilidad". De todas formas, sí ha presionado a los socios de investidura del PSOE: "Que reflexionen. Tienen la oportunidad de salvar algún tipo de honor". ¿Será este episodio un impulso para Sumar, que sigue en caída libre en las encuestas, como demuestra el CIS de este jueves? "La vieja política del bipartidismo ha terminado. Es incomprensible que haya gente robando a las instituciones en el siglo XXI", ha denunciado la vicepresidenta segunda del ejecutivo del Estado, Yolanda Díaz.