Foto satélite de la Tierra.

El pasado miércoles 7 de mayo el Parlamento de Cataluña aprobó la ley de creación del cuerpo de acción exterior y de relaciones con la Unión Europea, un cuerpo funcionarial especializado en relaciones internacionales que, pese a tener cobertura estatutaria, no se había llegado a crear.

En unos momentos en los que parece que toda la política pasa por Madrid, es importante continuar con el despliegue de las competencias de la Generalitat y con el refuerzo de la institución. Porque quienes defendemos la plena soberanía de Catalunya tenemos muy claro que la Generalitat es pieza fundamental, es la institución propia que históricamente representa la soberanía catalana, la que sobrevivió al exilio durante la dictadura franquista y que fue reinstaurada durante la transición, retomando y reconociéndole todo su legado histórico. No fue fácil en ese momento, ni ha sido fácil defenderla, ni hacerla crecer desde entonces.

En los últimos años la acción exterior de la Generalitat ha sido duramente atacada. La excusa ha sido el independentismo. Se ha utilizado toda la estrategia de criminalización y persecución judicial contra este movimiento para acometer contra los servidores públicos trabajados en los últimos años. Se ha realizado desde espacios de representación democrática e institucional, Tribunal de Cuentas, juzgados y todas las tribunas mediáticas que se han prestado. Con una finalidad clara, la de mermar la capacidad de la máxima institución del país de ejercer esta competencia y de seguir ganando capacidad de relación a escala internacional. Porque el objetivo final del ataque no eran los independentistas sólo, sino la propia Generalitat y todo lo que representa.

Con la creación de este cuerpo funcionarial especializado en relaciones internacionales, que dependerá del departamento competente en acción exterior, pero que estará presente en todos los ámbitos de gobierno que desplieguen relaciones internacionales, se da un paso adelante importantísimo.

Desde un punto de vista político, se acaba con la estrategia de pretender negar y criminalizar la acción diplomática que la Generalitat ha ido construyendo a lo largo de los años, especialmente desde la incorporación a la Unión Europea, en lo que se refiere a relaciones y cooperaciones económicas, culturales e institucionales para el conjunto del país. Porque no sólo se reconoce esta acción diplomática, sino que disponer de un cuerpo especializado refuerza a la institución también a ojos de nuestras contrapartes y socios en el mundo.

Desde un punto de vista institucional, tener un cuerpo especializado permite a la Generalitat retener y atraer talento, y acumular todo el conocimiento que una competencia tan sensible como las relaciones internacionales requiere, dando continuidad y estabilidad para construir confianzas. Y esto no sólo refuerza el prestigio y la credibilidad de la institución a ojos de los demás gobiernos y actores internacionales, sino que también garantiza un mejor acompañamiento y servicio al conjunto de la ciudadanía catalana en la defensa y promoción de sus intereses. Porque este cuerpo permitirá consolidar y mejorar el acompañamiento en la internacionalización de las empresas, del mundo de la cultura o del mundo local, y al mismo tiempo en la atracción de proyectos e inversiones en Cataluña. Un cuerpo de acción exterior al servicio del bien común.

Y desde el punto vista profesional, esta ley permite dar todas las garantías a los trabajadores públicos que desplieguen las competencias de la Generalitat y ahuyentar la amenaza que durante los últimos años ha planeado sobre los profesionales que se han dedicado a ello. Porque, dejémoslo claro, consiguieron que se instalaran temores y desconfianzas. Y sí, esa inseguridad iba en detrimento del buen desarrollo profesional e incluso en contra de la retención y atracción de talento. Y esto no es bueno para nadie y es inaceptable desde un punto de vista democrático. La ley proporciona seguridad y garantías para que ningún servidor público de acción exterior vuelva a sentirse amenazado. Además, establece todo el sistema de acceso por turno libre y por promoción interna, con las garantías de función pública y las especificidades que requiere el cuerpo, reconociendo los méritos de los trabajadores que hayan trabajado en acción exterior desde Barcelona o desde las delegaciones.

En definitiva, la creación del cuerpo de acción exterior debe ser un estímulo para hacer más y mejores relaciones internacionales, fomentando la profesionalización y el talento, mejorando la credibilidad y la reputación de la institución. Porque si la Generalitat de Catalunya está más presente y reconocida en todo el mundo, el conjunto del país gana.

stats
OSZAR »