Un paseo por el cementerio más culer

BarcelonaLos trabajadores del cementerio de Les Corts explican que es habitual encontrarse a Charly Rexach caminando por el paseo principal, entre tumbas y cipreses. Basta con prestar un poco de atención para darse cuenta de que uno está pisando un suelo más azulgrana que el palo de la bandera. A 10 metros de la entrada desde la avenida Juan XXIII ya existe una advertencia: un socio del Barça escribió para la eternidad en su lápida que, cuando murió en el 2011, poseía el carnet de socio 1.978.

Es una mañana laborable y, muy probablemente, las calles del cementerio de Les Corts son ahora mismo uno de los lugares más tranquilos de la Barcelona urbana, aunque tengan un compañero de viaje temporal que emite ruido de fondo. Las obras de remodelación del Camp Nou, vecino desde 1957, aportan un leve sonido metálico al ambiente y las imponentes grúas se convierten en ogros que amenazan al cementerio, que tiene aires exóticos gracias a las palmeras. "La gran mayoría de jugadores del Barça están en sepulturas básicas, nada grandilocuente", explica Adrià Terol, responsable de comunicación de Cementeris de Barcelona y nuestro acompañante durante la ruta. "En este cementerio, que tengamos documentadas, hay una treintena de personas relacionadas con el Barça. Es el cementerio de Barcelona donde hay más".

Muy pronto aparecen las primeras leyendas. Cerca de la entrada descansan César Rodríguez, el segundo máximo goleador de la historia del Barça de fútbol masculino, solamente superado por Leo Messi; Josep Samitier, el propietario de la quinta posición de esta clasificación 93 años después de su último partido con el Barça; el presidente Narcís de Carreras, que hizo fortuna bajo el lema "Més que un club", y Ricard Maxenchs, el encargado de la comunicación del Barça durante más de 20 años. En cambio, en Les Corts no está enterrado el fundador del club, Joan Gamper. El motivo es que era protestante y ese cementerio no tiene un espacio específico para esta rama del cristianismo. A Gamper, como a Josep Lluís Núñez, se le puede encontrar en el cementerio de Montjuïc.

La Moreneta de Kubala

Una figura de la Moreneta con una bandera húngara en el cuello decora la lápida de Kubala. Las flores son frescas. "Suelen llevarlas la familia o el propio Barça", dice Terol. De la delantera a la portería. La familia de Urruti, que falleció en un accidente de tráfico con apenas 49 años, decidió decorar la lápida con un dibujo del rostro del futbolista con la camiseta de portero del Barça y una bufanda culer. También está escrita la mítica frase de Joaquim Maria Puyal después de que el de San Sebastián detuviera un penalti en Valladolid que le dio una Liga al Barça: "Urruti, t'estimo".

"Mucha gente nos pregunta por futbolistas del Barça. Incluso, nos piden hacer alguna visita guiada. En grupo también hacemos algunas visitas culturales, pero no están centradas exclusivamente en el Barça", expone Terol. Cementiris de Barcelona tiene la intención de crear una ruta por el cementerio de Les Corts centrada en el Barça y que cuente con la colaboración del club, sobre todo teniendo en cuenta que nos encontramos en medio de los actos del 125 aniversario azulgrana. Hubo una reunión entre ambas partes, pero de momento no se ha concretado nada.

Aparte de los nombres ya mencionados, otras personas procedentes del ámbito azulgrana que también están enterradas en este cementerio son los futbolistas Paulino Alcántara y Estanislau Basora, el masajista y atleta Ángel Mur Navarro, el presidente de la comisión gestora Joan Trayter y Josep Mussons, vicepresidente de Núñez. También Vicenç Piera, futbolista del Barça procedente de Can Bruixa, una masía propiedad de su familia. Piera debutó con el primer equipo gracias a una lesión de Paulino Alcántara y ahora son vecinos en el cementerio. El de Can Bruixa comparte nicho con su esposa, Maria Dinarés, seguidora del Barça muy relacionada con el club durante la primera mitad del siglo XX.

Julio César Benítez acabó en un osario

En la actualidad, el cementerio de Les Corts se encarga de mantener el nicho en caso de que el fallecido no tenga ningún descendiente si se trata de una persona de interés público. Se cataloga como bien cultural y se asegura que sus restos seguirán allí para evitar que se repitan errores del pasado. Julio César Benítez, futbolista uruguayo que murió trágicamente a la edad de 27 años antes de un Barça-Madrid de 1968, inicialmente fue enterrado en un nicho del cementerio de Les Corts. Pero pasaron los años, se acabó la concesión, ningún familiar respondió a los requerimientos, nadie se dio cuenta de que era un exfutbolista del Barça, se vació la sepultura y sus restos fueron a parar a un osario del mismo cementerio. "Ahora esto no pasaría", asegura Terol.

La animación en el Camp Nou empezó en 1958 de la mano de Josep Tortosa, un personaje emblemático que paseaba por el estadio con este lema: "Barcelonistas de corazón, gritad conmigo: ¡Barça!", seguido de un triple aplauso. Las crónicas de la época explican que él ya animaba de espaldas al partido, mirando hacia las gradas, un hecho muy habitual entre los responsables de las gradas de animación en el presente. Tortosa también está enterrado en el cementerio de Les Corts, en un nicho con una lápida en la que hay una fotografía suya con la bandera del Barça y una estelada con la forma del territorio de Catalunya hecha de cerámica Quizás es una de las paradas que hace Charly Rexach cuando pasea por allí. "Tortosa, no animes más, hombre, déjalo ya, que estás empapado", recordó el periodista Xavier Bosch que le dijo Rexach a Tortosa desde el césped durante un Barça - Las Palmas de los años 70 disputado bajo la lluvia.