Televisión

Arnau París: "Después de 'MasterChef' la gente me decía: «Me caías fatal porque creía que eras un chulo»"

Cocinero y presentador del 'Cuines'

10/03/2025
6 min

BarcelonaArnau París fue el ganador de la novena edición de MasterChef, pero para el público catalán es, sobre todo, la tercera cara del Cocinas, el chef que enseña a hacer recetas rápidas y atractivas. El cocinero acaba de publicar el libro A fuego lento (Columna), donde explica cómo pasó de vender grifos a dedicarse al mundo de la gastronomía.

¿Nunca te había pasado por la cabeza que la cocina podría ser la manera de ganarte la vida?

— No tal y como me estoy dedicando ahora. La verdad es que ha sido un camino de sorpresas agradables y desagradables, pero mucho chulo de vivir. Yo estudié administración de empresa y seguía un poco los pasos de mi padre. La idea era trabajar en la empresa que había fundado él. De hecho, llegué a trabajar enfocado en la parte más de gestión de empresas.

Antes de entrar en MasterChef ¿trabajabas de comercial?

— Sí, cuando trabajaba con mi padre yo era jefe de ventas. Llevaba un equipo de ventas por toda España y vendía grifos y válvulas desde Melilla hasta Andorra, de Galicia a Mallorca. Ésta era mi vida.

En el libro explicas que tu futuro profesional estaba ya marcado por cuestiones familiares. ¿El cambio de rumbo te afectó psicológicamente?

— Nunca nadie te obliga a nada, pero es verdad que tú vas entrando en ese juego. Tú, de forma libre, eliges un tipo de formación y después trabajas en una serie de entornos que te encaminan hacia un lugar donde ya te esperan [la empresa familiar]. Luego llega un momento en que aparece una oportunidad [MasterChef] que hace que tengas que abandonar otros proyectos. Es un momento de removida emocional.

El cocinero Arnau París.

¿Cómo fue la experiencia de participar en el programa?

— Al final es una experiencia positiva, porque te abre muchas puertas, te lanza muy rápido, y te da una oportunidad de dedicarte a algo que te gusta. Pero también es verdad que, por otra parte, encuentras una realidad, que es el mundo más televisivo, para la que no estás preparado. Cuesta un poco. Es una fría y una caliente.

¿Crees que en el programa hay momentos en que pesa más la parte televisiva que la gastronómica?

— Mira, al final es un programa de cocina en el que también debes entretener. La tele va de eso, de entretener, saber dónde estás tú y qué quieres entregar. Yo sabía que, como soy, podría cautivar a una parte de la audiencia y que, por tanto, tenía que jugar mis cartas para conseguirlo. Yo tenía ese punto de vender la moto, saber negociar las cosas y hacerlo con humor... También había un punto de chulería, que creo que no es tan así, pero que iba un poco con el personaje. También una cosa es lo que tú muestras y la otra cómo te percibe la gente, que a veces esto cambia.

¿Crees que la gente se hizo una imagen de ti que no corresponde a la realidad?

— Sí. Una vez salí [del programa], había gente que me decía "hostia, me caías fatal porque pensaba que eras un chulo". Sí que al principio quizá el rol parecía esto, pero también es lo que te digo, te encuentras en un nuevo escenario. A veces, con los nervios y la tensión, no sabes cómo reaccionar. A veces quizás era malcarado o chulo, pero porque en ese momento estaba sobrepasado.

En los últimos años MasterChef ha recibido críticas por buscar más la parte televisiva y se ha acusado a la productora de no cuidar mucho la salud mental de los concursantes. Cuando sientes estas críticas, ¿qué piensas?

— En mi caso, no sentí un maltrato como tal, o que se abusara de mi salud mental. Al final, si hubiera habido algún límite que no hubiera querido traspasar, no lo habría hecho. Allí tú puedes coger y irte por la puerta. La gente que nos quedamos también es porque existe un interés detrás. Sí hay tensión, sí es verdad que es una convivencia extrema que a ti te viene de nuevo. Lo que ves en la tele, que te parece un personaje, es una persona real de carne y hueso que debe correr, que debe ir hacia aquí y hacia allá, y que detrás tiene un equipo que le presiona con el tiempo. En mi caso, hice hasta dónde yo creí conveniente hacer. Y tengo muy claro que hay líneas rojas que no habría cruzado.

En el libro hablas mucho del día siguiente de ganar el concurso y sus 100.000 euros de premio. ¿Fue muy difícil encontrar el camino?

— Cuando sales del programa de repente estás arriba, pero también, de repente, desapareces. Y te encuentras en un entorno de cocina que no es exactamente como te lo habías imaginado. Entonces piensas "y ahora, ¿qué hago?" Yo venía de tener un sueldo, una proyección y una vida estable, y quería seguir teniendo la vida que tenía. Entonces, debes ver cómo enfocas todo esto y preguntarte "¿puedo vivir de esto?" o "quiero vivir de esto?" Tienes dudas como si volver atrás es un fracaso. Por suerte, después de cuatro años, con trabajo y con tiempo, las cosas he podido llevarlas un poco a mi terreno. Y estoy contento. Pero da vértigo, lo digo en serio. La gente piensa "hostia, el dinero, el premio", pero esto dura poco. Todo esto acaba. Es un poco la sensación de tener una única bala y decir "si acierto me puede ir muy bien, pero si la fallo no tengo más balas en la recámara".

El cocinero Arnau París.

Pasaste de MasterChef al Cocinas de TV3, que es palo de pajar de la cadena. En el libro cuentas que te llamaron sin haberte visto antes en el libro talento show.

— Sí creo que el hecho de llegar al Cocinas es gracias a haber pasado por MasterChefpero todo empezó porque recibí un mensaje privado de la directora del programa, Rosa Maria, que me decía que estaban haciendo un casting y que les gustaría verme. Me volví loco en ese momento. Cuando te envían este mensaje es porque te han estado siguiendo, porque han visto cómo comunicas y cómo te mueves. Después tienes que estar a la altura delante de cámara, porque una cosa es que tú en tu casa con el móvil hagas una cosa y la otra es que tú te espabiles bien en un plató. A mí todo ese bagaje me lo había dado MasterChef, y si yo tenía proyección en redes es gracias al programa.

Es muy diferente el regreso que recibes ahora que sales al Cocinas que en MasterChef?

— Sí, por supuesto. Ahora juego en casa. Puede sonar un poco raro, pero yo dentro de MasterChef era el catalán. Pero es que lo soy, no puedo engañar a nadie y es lo que hay. Se me nota el acento y lo dije desde el minuto cero. Yo hablaba del territorio, del Montsec, de Cataluña, Barcelona... Para según qué parte de la audiencia era un poco el rarote. Mi idioma materno es el catalán y siempre te comunicarás mejor en tu idioma materno. Yo creo que se nota en cómo desarrollas al personaje: no es lo mismo Arnau de MasterChef que Arnau de Cocinas. En las encuestas que hacían de la final de MasterChef yo era el último favorito.

El talent show también tuvo un impacto en tu vida personal porque conociste quién ahora es tu pareja, la chef Rais Esteve.

— Correcto, pero empezamos la relación dos años después. No me hizo caso durante dos años, aunque yo lo intenté. Hace dos años que estamos saliendo.

De hecho, en el texto que ella ha hecho para el libro explica bastante el rechazo que le provocaba Arnau chuleta.

— De hecho, hoy en día todavía sale a la conversación. Yo le digo "Imagínate que lo que vivimos ahora te lo hubieran contado hace cuatro años" y ella siempre dice que no lo creería. Es verdad que yo hacía un producto muy televisivo, muy histriónico y muy pasado de vueltas, y eso se ha tenido que ir acotando. Tienes que ser más real. Soy un tío movido e inquieto, pero también necesito mis momentos de paz.

stats
OSZAR »