Trump exige la "rendición incondicional" de Irán mientras sopesa si interviene en la guerra
El presidente de EEUU dice que sabe dónde está escondido el ayatolá Ali Jamenei y amenaza con la posibilidad de matarle


WashingtonLa escalada de tensión de los últimos días entre Irán e Israel ha situado a Donald Trump en un punto de inflexión en el que todos sus anteriores predecesores habían evitado llegar: el de decidir si Washington interviene activamente en el conflicto y da un golpe de gracia contra las instalaciones de desarrollo nuclear iraníes. El presidente estadounidense abandonó anoche la cumbre del G-7 que se celebra en Canadá para reunirse este martes con su equipo en la sala de crisis de la Casa Blanca. En los últimos días el mandatario no ha dejado de enviar señales contradictorias sobre cuál será la posición de su administración, aunque en las últimas horas ha mostrado una clara alineación con Tel Aviv y, por tanto, amenazadora con Teherán. Trump aseguró que sabe dónde está escondido el ayatolá Ali Jamenei y amenazó con la posibilidad de matarle, además de exigir la "rendición incondicional" de Irán.
"Sabemos exactamente dónde se esconde el supuesto «líder supremo». Es un objetivo fácil, pero está seguro allí –no lo neutralizaremos (matar!), al menos por ahora. Pero no queremos que se disparen misiles contra civiles ni contra soldados estadounidenses. Nuestra paciencia se está agotando. Durante el gabinete de crisis con el Consejo de Seguridad Nacional, que duró poco más de una hora, el presidente habría estado considerando un amplio rango de respuestas contra Irán, incluyendo atacar al país, según informaron fuentes de la Casa Blanca al Wall Street Journal.
La amenaza de Trump contra Jamenei contrasta con el posicionamiento de hace unos días, cuando el republicano le vetó al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, matar Jamenei, según recogían Reuters y Associated Press. Cinco minutos después de la advertencia, Trump ha exigido en otro post la citada "rendición incondicional" de Irán.
La inclinación de la administración Trump por acabar interviniendo en el conflicto parece estar cogiendo fuerza en las últimas horas. En otro post en Truth Social, Trump había dado a entender que estaba colaborando con Israel al hablar del "control total de los cielos sobre Irán". "Ahora tenemos el control total y absoluto de los cielos sobre Irán. Irán tenía buenos sistemas de detección aérea y otros equipos defensivos, y tenía muchos, pero no se pueden comparar con el material ideado, fabricado y producido en Estados Unidos. Nadie lo hace mejor que la vieja y buena América", dice la publicación.
Minutos antes el vicepresidente Vance también escribía una larga publicación en X en la que defendía que, sea cual sea la decisión que Trump tome, será por el bien de los intereses americanos. "Puede que [Trump] decida que hay que tomar más medidas para poner fin al enriquecimiento iraní. Esta decisión, en último término, corresponde al presidente.[...] Y habiéndolo visto de cerca y en persona, os puedo asegurar que sólo está interesado en utilizar las fuerzas armadas estadounidenses para alcanzar los objetivos del pueblo estadounidense."
"Un fin real" y no "un alto el fuego"
En declaraciones desde el Air Force One mientras volaba de regreso de Kananaskis, Trump había dicho a los periodistas que no buscaba "el alto el fuego", sino "un fin real" del conflicto. El presidente no había dado más detalles de cómo debería ser la resolución de las hostilidades, dejando un escenario abierto que se alinea, y mucho, con la posición de Tel-Aviv.
En los últimos días Netanyahu y otros exmiembros de su gobierno han estado presionando activamente a Estados Unidos para que se impliquen en el conflicto. Israel inició el viernes los bombardeos contra la República Islámica con el objetivo de acabar con las instalaciones del programa nuclear de los ayatolás, aunque para que la operación resulte completamente exitosa necesita la intervención de los bombarderos B-2 estadounidenses. Tel-Aviv no tiene acceso a este tipo de aeronaves, que son las únicas capaces de transportar las bombas antibúnkeres que son necesarias para llegar a la planta de enriquecimiento nuclear Fordo que Teherán tiene enterrada.
"Creemos que Estados Unidos de América y el presidente de Estados Unidos tienen la obligación de garantizar que la región evoluciona en una dirección positiva y que el mundo esté libre de un Irán que posea un arma nuclear", dijo el exministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, en una entrevista en la CNN. Paralelamente, el lunes Netanyahu desestimó en una entrevista en ABC News la idea de que Washington pudiera reanudar las negociaciones sobre el acuerdo nuclear con Teherán y que saltaron por los aires con los bombardeos del fin de semana.
Desde el Air Force One, Trump había anunciado este lunes que podría intentar reanudar las conversaciones con Irán a través de su enviado especial Steve Witkoff o el vicepresidente JD Vance. Pero condicionaba el encuentro a lo que ocurriera cuando volviera a Washington, tal y como había dicho. Poco antes de marcharse apresuradamente del G-7, Trump había publicado una serie de mensajes en los que insistía en que Irán no podía tener un arma nuclear y advertía que "todo el mundo debería evacuar a Teherán de inmediato".
En un primer momento, el presidente francés, Emmanuel Macron, había insinuado que su homólogo estadounidense había abandonado la cumbre para trabajar en una propuesta de alto el fuego entre Irán e Israel. Pero el republicano no tardó en negarlo en un mensaje a Truth Social: "El presidente francés, Emmanuel Macron, en una misión publicitaria, ha afirmado falsamente que he dejado la cumbre del G-7 en Canadá para volver a Washington para trabajar en un "alto el fuego" entre Israel e Irán. ¡Falso!", decía Trump. "No tiene ni idea de por qué estoy de camino en Washington, pero ciertamente nada tiene que ver con un alto el fuego. Es mucho más grave. Tanto si es intencionado como si no, Emmanuel siempre se equivoca", añadía.
El G-7 de este año ya estaba marcado por el recuerdo del 2018, cuando Trump se marchó antes de tiempo después de mostrar una serie de desacuerdos con el resto de países miembros. Este lunes ya había vuelto a apuntar formas con la insistencia de que Rusia debería formar parte del grupo que incluye las principales economías del mundo. Aun así, Trump se ha sumado a la declaración conjunta emitida esta madrugada por todos los socios sobre la situación de Oriente Próximo, tras introducir una serie de cambios para alinearse más con el discurso de cerrar filas con Israel. "Nosotros, los líderes del G-7, reiteramos nuestro compromiso con la paz y la estabilidad en Oriente Próximo –dice el comunicado–. En este contexto, afirmamos que Israel tiene derecho a defenderse. Reiteramos nuestro apoyo a la seguridad de Israel", dice el texto, que describe Irán como "la principal fuente de inestabilidad y terrorismo".