Periscopio global

El dilema entre el híbrido y la ofensiva china en Japón

Los fabricantes del gigante asiático toman la iniciativa del coche eléctrico en la industria local

Imagen de una planta de Nissan en Japón.
Josep Solano
14/05/2025
3 min

TokioEl fabricante de vehículos japonés Nissan planea despedir a unos 10.000 trabajadores, además de los ya anunciados en el marco de su proceso de reestructuración, lo que conllevará una reducción aproximada de 20.000 empleados o alrededor del 15% de su plantilla mundial, según ha informado esta misma semana la empresa. La razón es que la industria automovilística japonesa se encuentra ante un hecho que podría redefinir su futuro: la abrumadora competencia de los fabricantes chinos de vehículos eléctricos. Mientras China acelera la producción con modelos más asequibles y tecnología líder, las marcas niponas se debaten entre su apuesta histórica por los híbridos y la necesidad de adaptarse a un futuro cada vez más dominado por la electrificación total. En ese pulso global, el éxito o el estancamiento de Japón podrían depender de la rapidez con la que abandone la estrategia conservadora y asuma los riesgos de una transformación radical.

La mayoría de los fabricantes japoneses mantienen una estrategia que prioriza los vehículos híbridos e híbridos enchufables. Los híbridos representan a más del 40% de las ventas nacionales de Toyota, la primera marca del mundo. Los críticos sostienen que este enfoque centrado en los híbridos ha ralentizado la adopción plena de los vehículos eléctricos puros y ha dejado a los fabricantes japoneses en una posición de desventaja respecto a sus rivales chinos y europeos.

El director gerente de la empresa de consultoría e investigación de la automoción Carnorama, Takeshi Miyao, no ve con mucho optimismo el futuro inmediato de la industria automovilística japonesa. "Las marcas japonesas se encuentran en un cruce. Aunque es cierto que su dependencia de los híbridos les ha dado ventaja a corto plazo, ahora deberían acelerar la transición hacia los vehículos eléctricos para no quedarse atrás respecto a China y Europa".

Toyota mantiene un fuerte enfoque en las células de combustible de hidrógeno y en los híbridos de alto rendimiento. Esta diversificación de productos refleja la estrategia de Toyota de afrontar la electrificación desde múltiples frentes, aunque su adopción de vehículos eléctricos puros ha sido mucho más lenta. Por su parte, Nissan y Honda afrontan desafíos significativos en su transición hacia los vehículos eléctricos. Nissan, pionera con su modelo Leaf, ha intentado mantener su posición en el mercado de los modelos enchufables, pero la reciente cancelación de los planes de fusión con Honda ha obligado a las dos empresas a reevaluar sus estrategias. Honda afronta el reto de los elevados costes de desarrollo y la necesidad de establecer colaboraciones estratégicas para mantener su competitividad.

La irrupción de los fabricantes chinos de vehículos eléctricos está transformando rápidamente el panorama de la automoción en Japón. Un ejemplo destacado es BYD, que cumple con la clásica fórmula de hacer coches buenos, lindos y baratos. Wang Chuanfu, el consejero delegado de BYD, quiere que todos los ciudadanos puedan acceder a sus coches: "Con nuestra tecnología y eficiencia en costes, estamos listos para competir en cualquier mercado, incluido el japonés".

Un factor clave detrás del éxito de los fabricantes chinos es su capacidad para optimizar los costes de producción mediante procesos más eficientes. Un análisis recién realizado en Japón sobre los automóviles eléctricos chinos reveló que estas compañías han perfeccionado sus cadenas de suministro y han simplificado el diseño de sus vehículos, reduciendo los costes sin sacrificar el rendimiento ni las innovaciones tecnológicas.

Replantear estrategias

Esta ventaja de los fabricantes chinos está obligando a las automotrices japonesas a replantearse sus estrategias. En este sentido, el expresidente de Nissan, Hiroto Saikawa, cree que "la industria japonesa debe adoptar una mentalidad más atrevida en la transición hacia los vehículos eléctricos: no podemos permitirnos ser conservadores en un mercado que avanza tan rápido". Y el gobierno japonés ha intensificado sus esfuerzos por acelerar la transición hacia los vehículos electrificados. Sin embargo, las ventas de vehículos eléctricos puros en Japón son todavía muy modestas en comparación con las de los híbridos, y ridículas si las comparamos con China. De hecho, en 2024 Japón experimentó una disminución del 33% en las matriculaciones de vehículos eléctricos en comparación con el año anterior, hasta menos del 2% del total de ventas de vehículos en el país.

El expresidente de Toyota y actual presidente de la Asociación de Fabricantes de Automóviles de Japón (JAMA), Akio Toyoda, asegura: "La electrificación no es la única solución para reducir las emisiones. Los híbridos y los vehículos de hidrógeno también tienen un papel crucial en la transi. diversas para satisfacer las necesidades de los consumidores de todo el mundo”. Este enfoque paulatino hacia la electrificación refleja tanto las preferencias de los consumidores como las estrategias de las propias automovilísticas japonesas, que siguen apostando por soluciones intermedias muy conservadoras.

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