Cine

La crueldad y la belleza de la naturaleza explicadas a los niños

Claude Barras estrena el filme de animación en 'stop-motion' 'Salvatges', sobre la deforestación y las culturas indígenas

Fotograma de 'Salvajes'
05/02/2025
3 min

BarcelonaExplicar la complejidad del mundo a los niños es a menudo una tarea difícil que el director suizo Claude Barras (Sierre, 1973) domina con sensibilidad y profundidad. Primero lo hizo con La vida de Calabacín (2016) —nominada a los Oscar y premiada a los Césares, los Premios del Cine Europeo y el Festival de San Sebastián—, en los que el director abordaba temas como el maltrato infantil y el orfandad. Ahora vuelve con su segundo largometraje de animación en stop-motion, Salvajes (2024), que se estrena este viernes –en versión doblada al catalán– y habla del impacto de la deforestación en la naturaleza y en las culturas indígenas. "Cada vez hay más películas infantiles que sólo quieren divertir y hay que preguntarse por qué" —dice Barras—. "Quizás es que les queremos alejar de una realidad demasiado dura que no podemos cambiar". Y añade: "No se trata de exponerlos a la violencia, pero hay que generar preguntas adaptadas a su edad sobre la forma algo extraña que tenemos de vivir".

Salvajes, que se estrenó en el Festival de Cannes, relata las aventuras de la Keria, su primo Selai y un bebé orangután en las profundidades de la jungla de la isla de Borneo, en el sudeste asiático, donde conviven con la tribu de los penan y luchan contra la destrucción forestal. "Quería reflexionar sobre el impacto de la modernidad en otras culturas más tradicionales en las que el ser humano forma parte de la naturaleza"—explica el director—. "Estas culturas utilizan móviles y conocen la filosofía occidental. Sin embargo, se posicionan como guardianes de sus tradiciones y el bosque porque son conscientes de la emergencia climática".

Conviviendo con los penan

Los penan son una tribu indígena nómada real que vive de forma sostenible, adaptándose a los ciclos de la naturaleza y al que ésta les ofrece. Para retratarlos con fidelidad, Barras convivió allí durante diez días. "Pensaba que vería a muchos animales y, de hecho, los oí cuando nos movíamos por el bosque, pero si no sabes leer la manera de vivir de la fauna no la verás" —reflexiona el director—. "Esta manera de conocer profundamente el bosque, llena de emociones, me impresionó y me recordó a mis abuelos en el campo, que podían saber el tiempo que haría al día siguiente y conocían muchas plantas medicinales". Justamente, los abuelos de Barras y su vida autosuficiente ha sido la principal fuente de inspiración para realizar la película. "Antes de las dos grandes guerras mundiales, la vida en el campo todavía estaba muy conectada a la naturaleza y sus estaciones", dice Barras, quien también ha querido reflexionar en el filme sobre sus "raíces y cultura campesina", que a consecuencia de la industrialización han ido desapareciendo.

Fotograma de 'Salvajes'.

Barras quería mostrar que la naturaleza la forman seres que se comen, no sólo es "un lugar hermoso donde descansar". Salvajes explora los vínculos de los humanos con los animales y muestra la cadena trófica con transparencia, con los mismos penan cazando para alimentarse en contraposición con el veganismo de la Keria. "Hemos perdido el vínculo filosófico con el significado de alimentarse o estar vivos" -reflexiona el director-. "Quizás es porque la producción industrial no es demasiado filosófica o sexy y ahora podemos comprar productos preparados". Barras piensa que "la naturaleza es profunda" y que en algún momento "tendremos que aceptar ese vínculo con otras formas de vida, que son bonitas, pero a la vez crueles y más complejas de lo que nos quiere hacer creer a la industria agroalimentaria".

Resistencia no violenta a la jungla

El activismo y la no violencia son parte fundamental de la cultura de los penan, que "defienden su bosque desde los años ochenta, cuando la industria agroalimentaria empezó a construir carreteras para entrar en su territorio", explica Barras. La deforestación de Borneo está ligada al consumo global de aceite de palma, un ingrediente habitual en la mayoría de productos industriales y ultraprocesados. "Es muy triste, porque a pesar de resistir, su territorio es cada vez más pequeño" —dice el director—. "Responder con violencia sólo produce más violencia. De hecho, la no violencia se ha convertido en un tema esencial, ya que cada vez se trata más a los ecologistas de terroristas", asegura Barras. Según el director, resistir de forma pacífica es pesado y complicado y es necesario que, como sociedad, "vamos con cuidado con lo que consumimos". "Cuanto más transformado es un producto, más barato será y eso implica efectos negativos para el medio ambiente", alerta.

Trailer de 'Salvajes'
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