Los ministros de extrema derecha de Finlandia, obligados a realizar un curso de antiracismo
Era una condición del primer ministro para no romper con el Partido de Finlandeses


CopenhagueLos ministros del gobierno de Finlandia han recibido una formación para combatir sus actitudes y sus comentarios racistas que han agitado al país. Desde la formación del gobierno, hace tres años, el ejecutivo ha sido zarandeado por varios episodios que han puesto en evidencia la actitud racista de los ministros que forman parte del Partido de los Finlandeses. La formación populista de ultraderecha entró con más peso que nunca en el ejecutivo en el 2023, ocupando siete de las diecinueve carteras del gobierno, que está formado junto con el Partido de Coalición Nacional (conservadores) y dos formaciones más pequeñas.
Los escándalos reiterados a lo largo de la legislatura, con comentarios racistas en las redes sociales, la publicación de textos xenófobos en blogs de internet y el flirteo con grupos neonazis protagonizados por los ministros del partido de ultraderecha, han estado a punto de romper el acuerdo de gobierno en más de una ocasión. Ante estas conductas, la respuesta del primer ministro Petteri Orpo ha sido hacer acudir al consejo de ministros en pleno a una formación inédita para reconducir las actitudes y aprender a identificar el racismo en Finlandia. Esta decisión forma parte de un acuerdo que firmaron los cuatro partidos del gobierno hace un año y que se engloba en una iniciativa impulsada por el ejecutivo para sacar el racismo fuera de las instituciones públicas de Finlandia.
Desde un inicio, la iniciativa ha levantado las críticas de los ministros del Partido de los Finlandeses, que amenazaron con no asistir a la formación, pese a que era una condición indispensable del Partido Popular Sueco (RKP) por continuar con la coalición. Finalmente, la formación en antirracismo tuvo lugar pese al escepticismo de los políticos ultras, que al salir de la sesión quisieron evidenciar su malestar: "No sé si realmente he aprendido algo, pero alguien debió de pensar que esto era útil", espetó la ministra de Interior del partido de los Finlandeses, Mari Rantanen.
La actitud de los políticos de ultraderecha contrasta con la del ministro de Educación y presidente de la RKP, Anders Adlercreutz, quien aseguró que "a partir de esta discusión no hay ninguna razón para dudar del compromiso del gobierno contra el racismo".
Combatir los mitos sobre el racismo
Durante la sesión formativa contra el racismo se cuestionaron tres mitos en torno al racismo muy arraigados y repetidos en el país. La primera idea era que Finlandia es un país étnicamente homogéneo, una afirmación de que los expertos aseguran que no tiene en cuenta a las minorías sami, gitana y sueca del país, ni parte de la población inmigrante (que representa un 11% del total). El siguiente tema polémico fue el racismo estructural, y para terminar la sesión se confrontó la afirmación de que el racismo no existe en Finlandia, un argumento que los ministros del Partido de los Finlandeses repiten a menudo, pese a que contradice los informes que señalan que la población musulmana de Finlandia sufre un acoso racista significativamente más.
Con este plan de acción contra el racismo, el primer ministro Orpo quiere sacudirse las críticas contra su gobierno por permitir las opiniones y actitudes extremistas dentro del ejecutivo, pese a que los partidos de la oposición critican que la formación contra el racismo contradice a las políticas de recortar servicios a la población inmigrante y de restringir los visados de trabajo.
Espiral de episodios de racismo
En verano de 2023 se fueron sucediendo los escándalos por los episodios de racismo entre miembros del gobierno. Los casos más destacados fueron el del exministro de Asuntos Económicos Vilhelm Junnila, quien fue el primero en encontrarse en el ojo del huracán de las críticas. El político de ultraderecha nunca había escondido sus vínculos con grupos neonazis, y como diputado había participado en actos de organizaciones que realizan apología del nazismo. Junnila no resistió como ministro más de diez días después de ser nombrado debido a la presión de los partidos del resto del ejecutivo para echarle. A su sucesor en el cargo, Wille Rydman, también le encontraron mensajes donde utilizaba un lenguaje racista contra "los monos somalíes", pese a que el ministro ha rehusado disculparse y permanece en el cargo.
Pero la figura que sin duda ha estado más en el centro de las controversias ha sido la portavoz del Partido de los Finlandeses, Riikka Purra. La líder ultra ocupa el ministerio de Finanzas, pese a los mensajes que admitió haber escrito hace 15 años atacando a las mujeres musulmanas y diciendo que parecen "bolsas de basura" con el burka puesto. Por último, Purra se disculpó públicamente, a pesar de afirmar sentirse "víctima de una cacería de brujas".
Por otro lado, los medios de comunicación finlandeses se han hecho eco últimamente de los informes que alertan de la gravedad del racismo en la sociedad finlandesa. finlandeses.