Italia

Meloni anima a abstenerse en un referéndum para facilitar la obtención de la ciudadanía

Los italianos votarán sobre la reforma laboral de Renzi, que también incluye otras medidas como mejorar las indemnizaciones por despido

Referendo en Italia sobre la reforma laboral de Matteo Renzi y el límite de años para acceder a la ciudadanía.
08/06/2025
3 min

RomaLas Olimpiadas celebradas el pasado verano en París terminaron con un éxito histórico para los atletas italianos, que regresaron a casa con más de 40 medallas. Una de ellas fue Paola Egonu, la estrella del equipo femenino de voleibol. Aplaudida por sus logros deportivos, su color de piel se convirtió en motivo de debate nacional después de que Roberto Vanacci, número dos de la Liga de Matteo Salvini, pusiera en cuestión la "italianidad" de la campeona olímpica. "Sus rasgos físicos no representan a la mayoría de los italianos", dijo también el exgeneral del ejército.

Los padres de Paola Egonu abandonaron Nigeria para establecerse en Italia muchos años antes de que el deportista naciera hace 26 años en un pequeño pueblo de Padua. A pesar de su fuerte acento, típico de la región del Véneto, y de haber vivido siempre en el país, Egonu no obtuvo la nacionalidad hasta hace pocos años, porque en el país transalpino los hijos de padres extranjeros deben esperar a alcanzar la mayoría de edad para poder solicitarla. Unos trámites burocráticos que, en el mejor de los casos, pueden llegar a durar tres años más.

La cuestión de la ciudadanía es un debate que se reabre cada cierto tiempo en Italia, sobre todo porque los hijos y nietos de emigrantes italianos, por el contrario, pueden obtenerla casi automáticamente aunque nunca hayan vivido en el país de origen de sus antepasados. Así, por ejemplo, muchos rostros conocidos descendientes de italianos han podido adquirir la nacionalidad; entre ellos, el presidente de Argentina, Javier Milei.

Pero aún peor lo tienen los ciudadanos extranjeros que viven legalmente en Italia, que deben esperar al menos 10 años para poder solicitarla, uno de los plazos más largos dentro de los países de la UE. Un tiempo al que se añaden, al menos, dos años más de espera desde que se presenta la solicitud, y que puede alargarse hasta cinco.

Y es precisamente para cambiar este último obstáculo en la carrera infinita, casi olímpica, en la que se ha convertido la solicitud de la ciudadanía italiana para los extranjeros, que el año pasado una iniciativa popular que pedía convocar un referéndum para cambiar la ley de ciudadanía y conseguir la nacionalidad a los migrantes con las mayores 500.000 firmas necesarias para salir adelante. La reducción del requisito de residencia a cinco años podría simplificar indirectamente el proceso para muchos menores nacidos en Italia de padres no italianos, que son más de un millón de niños y niñas, según Istat.

En las urnas

Este domingo y lunes las urnas se abrirán para que los italianos se pronuncien, finalmente, sobre el período de residencia mínimo y otras cuatro cuestiones relacionadas con la reforma laboral aprobada durante el gobierno de Matteo Renzi, que protege a la empresa ante los empleados en caso de despido improcedente.

En las demás consultas, con el apoyo del mayor sindicato del país, la CGIL, se pretende derogar varias normas laborales, como la que establece que los contratados tras el 7 de marzo de 2015 en empresas de más de 15 trabajadores no deben ser reincorporados a su puesto de trabajo después de un despido improcedente. También se cuestiona la eliminación del límite de indemnización para los trabajadores despedidos injustificadamente en pequeñas empresas, así como otras normas sobre el uso de los contratos de determinada duración.

Los resultados del referéndum abrogativo, como en este caso, sólo son válidos si participa al menos la mitad de las personas con derecho a voto, es decir, si se alcanza el llamado quórum. Sin embargo, en la última encuesta, realizada por Demopolis, sólo el 46% de los encuestados dijeron que tenían conocimiento de los referendos y sólo el 30% confirmó que iría a votar.

Una abstención que ha sido alentada desde el gobierno liderado por la ultraderechista Giorgia Meloni. La primera ministra declaró que irá a las urnas, pero que no recogerá su papeleta para contribuir a que no se alcance el quórum. "No votar en un referendo inútil y erróneo es un derecho de todos", defendió. Tampoco votarán los dos vicepresidentes del ejecutivo ni los líderes de los partidos de la coalición de gobierno, Antonio Tajani y Matteo Salvini, lo que ha provocado la protesta encendida de la oposición.

"Es una vergüenza", lamentó Elly Schlein, líder del Partido Demócrata, en la oposición, que expresó su voluntad de votar a favor de las cinco cuestiones sometidas a referéndum, aunque el partido está dividido, ya que las cuestiones relacionadas con los derechos laborales fueron aprobadas.

stats
OSZAR »