Israel, perdido entre el victimismo y la ira


Gaza se ha convertido en un campo de exterminio. La revancha de Israel por el brutal ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023 ha sobrepasado todos los límites imaginables. En el apartheid que de facto el estado israelí viene practicando desde hace décadas con los palestinos que viven en su territorio, o en Cisjordania y Gaza, se ha añadido ahora una guerra desigual contra la población de la Franja, a la que se ha sometido a un castigo militar brutal: desde Vietnam y la Segunda Guerra Mundial no habían caído tan de tan tan poblado sobre tan pequeños y tan poblados. El Israel de Netanyahu está desplegando su ira absoluta, fundamentada en un histórico sentimiento de víctima exacerbado por el duro golpe terrorista de Hamás.
El primer ministro Benjamin Netanyahu, con el apoyo de la extrema derecha, con el aval del presidente estadounidense Donald Trump, y amparado en una sociedad traumatizada por el dolor, ha metido a su país en una espiral de odio sin cesar, con la voluntad explícita de vaciar a Gaza palestinos. A la vista de las imágenes de niños muertos de sed y de hambre, o víctimas de un ejército sin límite, ha llegado un punto en el que la discusión técnica sobre si se trata o no de un genocidio resulta casi superficial, más allá, por supuesto, de las consecuencias que en el futuro podría tener en el ámbito de la jurisdicción internacional. En cualquier caso, el pueblo judío, que a través del movimiento sionista ya consecuencia del Holocausto logró un estado propio, ahora está cometiendo en nombre de la salvación de ese estado un crimen de proporciones inauditas.
¿Cómo se ha podido llegar hasta aquí? Occidente que arrastra la mala conciencia del nazismo, por la dependencia tecnológica y económica de su ejército y de la industria militar que hay detrás, por la inestabilidad permanente de Oriente Próximo explosivo con el petróleo como codiciado recurso global, por la histórica tensión religiosa que siempre ha caracterizado a la región en la resistencia de un pueblo palacio. su desesperación, por el odio de enemigos regionales poderosos como Irán, por la debilitación y polarización de su sistema democrático...
Israel es hoy una sociedad fracturada y asustada, sometida al dolor y al miedo; que está experimentando a ojos del mundo y que no ha calibrado donde le pueden llevar los excesos supuestamente autodefensivos que está cometiendo con los palestinos. Acabe como acabe la guerra de Gaza, el resultado será un Israel más aislado e inseguro.