La apuesta de Sánchez por las mujeres


En sociología existe un concepto que se conoce como "precipicio de vidrio", que significa que las mujeres tienen más posibilidades de asumir responsabilidades en situaciones de crisis. No cabe duda de que el PSOE se encuentra hoy en una profunda crisis después de que a sus dos últimos secretarios de organización, José Luis Ábalos y Santos Cerdán, se les investigue por corrupción y que el segundo esté actualmente en prisión provisional. Para pasar página a esta situación, Pedro Sánchez ha optado por nombrar a una mujer para el cargo, Rebeca Torró, y por aumentar la presencia de mujeres en el núcleo de decisión del PSOE en Ferraz.
Así, la número dos de Torró también será una mujer, Anabel Mateo. De la misma forma, la catalana Montse Mínguez, que será la nueva portavoz, también tendrá una portavoz adjunta mujer, Enma López. La operación es tan explícita que Pedro Sánchez se ha reunido este viernes con las principales dirigentes del partido para subrayar un giro feminista que incluye la reforma de los estatutos del partido para expulsar de forma inmediata a los militantes que consuman servicios de prostitución.
Esta feminización del PSOE es la carta que este sábado jugará Sánchez ante el comité federal del PSOE que debe validar la propuesta. Pero no es suficiente. La feminización debe ir acompañada de un cambio de cultura política que haga, por ejemplo, que un secretario de organización no pueda ocupar al mismo tiempo el ministerio que más recursos reparte, como es el de Transportes. Esto es lo que ocurrió con José Luis Ábalos y, en época de Zapatero, con José Blanco. El partido es el partido, y el gobierno, el gobierno, y cuando se confunde una cosa con la otra es cuando comienzan los problemas.
En cuanto al nombramiento de Montse Mínguez, existe el peligro de que vaya en detrimento de la autonomía del PSC, aunque la apuesta por Torró también revela que los territorios catalanohablantes, es decir, los mediterráneos y especialmente maltratados por el centralismo en temas como la financiación, son los que tienen las bases social.
A la misma hora que Sánchez se reunía con mujeres del PSOE en la Moncloa, en otro punto de Madrid el PP daba el pistoletazo de salida a su congreso. En el PP el itinerario ha sido lo contrario. Con el cambio de Cuca Gamarra por Miguel Tellado Feijóo ha masculinizado al partido, lo ha endurecido y radicalizado. Sin embargo, la exhibición testosterónica de la jornada correspondió a José María Aznar, que boicoteó la intención de Feijóo de tener un congreso plácido y moderado con un discurso furibundo y cargado de odio contra los socialistas. Aznar insinuó que el puesto que le corresponde a Pedro Sánchez es la cárcel, un discurso más parecido al de Vox que al del propio PP. El tono posterior de Mariano Rajoy ya fue otra cosa.
En todo caso, la intervención de Aznar fue un recordatorio para Feijóo que, si llega a la Moncloa, tendrá el ala dura del partido, esa que vería con buenos ojos un gobierno con Vox, vigilándolo.