Éxtasis azulgrana levantando la Copa en los morros del Madrid
Un gol de Jules Kounde en la segunda parte de la prórroga decide una final que no será fácil de olvidar (3-2)


Enviado especial a SevillaPuede pellizcarse, que no se despertará. No es un sueño. El Barça regaló a sus aficionados la final más épica al derrotar al Real Madrid en una prórroga que hace mayor la figura de Hansi Flick, garantiza a Kounde ser eterno con su gol salvador y deja herido a un Madrid perdido en guerras contra enemigos imaginarios, como hacía Don Quijote. Costará olvidar esta 32ª Copa de un equipo que siempre quiso jugar al fútbol, aunque le tocó sufrir duro en una segunda parte en la que llegó a parecer que Ancelotti saldría con la suya. No fue así. En pocos meses, este Barça ha ganado ya dos títulos en dos finales ante el Madrid, primer goleando y ahora con un guión no apto para cardíacos, con épica. Cuanto más se disfruta y cuanto más daña el rival.
La de La Cartuja no era una final de Copa más. Y todo el mundo lo sabía. Podía ser la confirmación de que Flick está poniendo los cimientos de un equipo que puede hacer historia. Se trataba de levantar la copa, pero también de cómo ganar. Y todo el mundo vio de qué madera está hecho ese Barça. Es alegría, arte y ambición, pero también sabe sufrir. Pero si ese Barça tiene hambre, el Madrid tenía una rabia que le permitió mantenerse vivo. No fue coser y cantar, ganar la final que tanto soñaba gente como Iñigo Martínez, que por fin levantó el título que siempre se le escapó en tierras vascas. O Szczesny, que poco habría podido imaginar hace unos meses que el destino le tenía guardada esa sorpresa. La vida puede ser fantástica, en ocasiones. Qué historia, ésta del portero polaco.
Laporta y Flick han conseguido levantar la autoestima del barcelonismo. La comunión entre afición y equipo fue total en Sevilla. De hecho, los barcelonistas más veteranos miraban con inquietud cómo los jóvenes ya se veían campeones antes de empezar la final. Normal, cuando la última final de Copa del Rey ganada ante el Madrid era de 1990... Pero este equipo ha llegado para reescribir la historia, y por tercera vez esta temporada derrotó al conjunto de Ancelotti. Es el Madrid, quien debe tener miedo al Barça, los tiempos cambian y el viento sopla a favor de los catalanes.
Flick salió con el equipo inicial esperado. La única novedad era ver a Lamine con un nuevo peinado teñido de rubio, cosas de los jóvenes. Dani Olmo era titular y Gerard Martín estaba en la banda emocionando a sus cuatro abuelos, presentes en el campo. El Madrid, con Mbappé en el banquillo, se limitaba a defender e intentar salir a la contra, para ver si conseguía conectar con Vini y Rodrygo. Un Madrid miedoso que en el minuto 10 perdería por lesión Mendy, que había forzado por ser titular. El Madrid iba aguantando pero jugando con fuego, hasta que ardió. En un intento de contra, se topó contra un muro hecho de madera gerundense. Cubarsí cortó el balón, que acabó en las botas de Lamine y el joven de Rocafonda supo esperar a la llegada de Pedri, que batió a Courtois con un disparo a la escuadra. Cubarsí, Lamine y Pedri, los tres jóvenes sobre los que debería girar el proyecto la próxima década, ponían por delante a un Barça muy superior hasta entonces.
El gol espoleó al Madrid. Ancelotti debía quemar sus naves e hizo entrar a Mbappé en el descanso. Szczesny empezó a tener demasiado trabajo, ya que el Madrid, herido, empezaba a dar miedo. El equipo blanco arriesgaba en defensa, ya que tenía poco que perder. Y así igualó la final mientras su afición exigía una roja en cada falta azulgrana, convencidos de cómo están que la Federación les va en contra. Una de esas acciones que protestaron fue una falta de De Jong sobre Mbappé. No era roja, pero sí falta. Y el francés tuvo su momento de redención consiguiendo batir a Szczesny con un disparo seco. Pero lo peor estaba por llegar, ya que en un saque de esquina, Tchouaméni se quedó lo suficiente solo para marcar de cabeza el segundo gol madridista. El Madrid, como los monstruos en los cuentos de miedo, se levantaba de entre los muertos para asustar a un Barça que dio el corazón fuerte. Tenía pocos minutos para empatar y lo logró gracias a un error de Cortouis, que se quedó a medio camino en una salida y permitió a Ferran Torres empatar a cinco minutos del final, cuando todo parecía perdido. Debía ser él, el valenciano, quien más ha vivido y brillado en esta Copa.
Pero la final no había terminado. Y en el último minuto, De Burgos Bengoetxea pitó un penalti de Asencio sobre Raphinha que parecía bastante claro. Y justo en la final en la que el Madrid ha apretado los árbitros, le llamaron para ver la acción en la pantalla del VAR e indultó al Madrid. No se pitó ni ese penalti, ni uno sobre Cubarsí en la primera parte ni otro sobre Ferran. La afición azulgrana miraba enojada hacia el palco, buscando a Florentino.
No pitar el penalti pudo decidir la final si no fuera porque este Barça no se asusta fácilmente. Ni Mbappé, ni el Madrid, ni el VAR, ni monstruos: en la prórroga, cuando todo parecía una ruleta rusa que podía caer de cualquier lado, Jules Kounde, el hombre que juega siempre, se inventó un gol que le hace eterno a cinco minutos para el final para provocar el éxtasis azulgrana justo debajo de los bigotes de Floren. Cuando algunos jugadores ya no podían decir ni haba, el francés fue más rápido que Brahim y enganchar un chut imparable. Como si todos los barcelonistas le hubieran dado fuerza para chutar y hacer perder los papeles en el Madrid. En los cinco minutos que quedaban, Rüdiger vio la roja mientras protestaba en el banquillo de forma indigna. Costó y se sufrió, pero así se gozó más. La aventura de este Barça sigue adelante, ahora con una final de copa ganada que se recordará durante años y cerraduras.
- FC Barcelona: Szczesny; Gerard Martín (Araujo, 85'), Iñigo, Cubarsí, Kounde; De Jong (Gavi, 85'), Pedri (Eric Garcia, 97'), Dani Olmo (Fermin López, 64'); Raphinha, Lamine Yamal y Ferran (Pau Víctor, 115'). Entrenador: Hansi Flick.
- Real Madrid: Courtois; Lucas Vázquez (Arda Guler, 55'), Rüdiger (Endrick, 113'), Asencio, Mendy (Fran Garcia, 10'); Tchouaméni, Ceballos (Modric, 55'), Valverde, Bellingham; Vinícius (Brahim Diaz, 89') y Rodrygo (Mbappé, 46'). Entrenador: Carlo Ancelotti.
- Goles: 1-0 Pedri (28'), 1-1 Mbappé (70'), 1-2 Tchouaméni (77'), 2-2 Ferran Torres (83') y 3-2 Koundé (118')
- Árbitro: Ricardo de Burgos Bengoetxea (Comité del País Vasco) y Pablo González Fuertes (Comité de Asturias) en el VAR.
- Tarjetas amarillas: Ancelotti (25'), Tchouaméni (31'), Gerard Martin (38'), De Jong (68'), Modric (91'), Fermin López (92'), Raphinha (92'), Bellingham (107').
- Tarjetas rojas: Rüdiger (120') y Lucas Vázquez (122').
- Estadio: La Cartuja de Sevilla.