Crítica de danza

El esperado regreso de Nacho Duato

El coreógrafo recupera su legado y lo presenta con una nueva compañía

Una imagen de la coreografía 'Duende', de Nacho Duato.
02/05/2025
2 min
  • Teatro Tívoli. Hasta el 4 de mayo

Expectación por la vuelta de Nacho Duato en el debut de su nueva compañía en el Teatro Tívoli. Considerado ya una leyenda viva de la danza, el coreógrafo ha vuelto al estado español quince años después del autoexilio y nos ha confirmado una vez más que su aura, y la de sus obras, sigue intacta por la Nación del Reo por la joven acercarlo a las nuevas generaciones, y el miércoles gran parte del público lo era. canto de alegría y libertad y de los cuerpos almas que quieren, se deslizan y se proyectan impulsadas por la música. Alentados por su juventud y técnica admirable, esta quincena de bailarines se entregan al baile en cuerpo y alma con un resultado excelente. Gnawa abrió la noche con su canto a la interculturalidad mediterránea, con seis parejas dejándose llevar por los sonidos tradicionales griegos, norteafricanos y flamencos en un juego de movimientos orgánicos y con reminiscencias del arte griego; el paso a dos Liberté supera la ancestral esclavitud haitiano a ritmo de tambores y cascabeles de vudú; y Duende, una obra coral y fresca que conserva una elegancia exquisita proveniente de la música de Debussy, transforma los cuerpos en formas y esculturas en movimiento (quien quiera recuperar Jardín cerrado todavía puede hacerlo en Terrassa y Sant Cugat los días 10 y 11 de mayo, respectivamente).

Finalmente, Cantus, el estreno de la noche y la última coreografía de Duato hecha expresamente para su compañía, sigue el estilo más oscuro de los últimos años al frente de la Compañía Nacional de Danza en obras como White darkness o Herrumbre. Al sonido del frenético Réquiem de Karl Jenkins, Cantus muestra los horrores que sufren los niños en las guerras y, una vez más, Duato opta por darnos pequeños apuntes de lo que pretende explicar sin hacerlo evidente. La obra está llena de referencias a muchas guerras ya muchas injusticias que permanecen enquistadas en diferentes culturas: africanas, israelíes, musulmanas… Vemos a niños jugando que se convierten en soldados, mujeres que pierden sus libertades con velos que les cubren cabellos y rostros, ejércitos eficientes y una ejes. Un Nacho Duato emocionado salió al escenario y agradeció al público la calidez del reencuentro.

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