Violencia sexual

El futbolista del Espanyol acusado de violar a una trabajadora asegura que el club no ha tomado ninguna medida contra él

El jugador declara ante la juez y sostiene que las relaciones sexuales fueron consentidas

Álvaro Aguado en la salida de la ciudad de la Justicia
14/05/2025
2 min

BarcelonaLa denunciante declaró la semana pasada y este miércoles era el turno del futbolista del Espanyol, Álvaro Aguado, al que la justicia investiga por una violación en la discoteca Opium de Barcelona el 23 de junio del 2024. El jugador ha asegurado a la juez que instruye el caso de que la entidad blanquiazul no ha tomado la contra, presentó la denuncia a los Mossos d'Esquadra a principios de año. En su declaración en el juzgado de instrucción número 13 de Barcelona, ​​Aguado ha defendido que las relaciones sexuales fueron consentidas. Ella, por su parte, la semana pasada se ratificó que el futbolista la agredió sexualmente en un baño de la discoteca, donde una treintena de personas –jugadores y trabajadores del club– celebraban el ascenso a Primera.

Según fuentes jurídicas, Aguado admitió a la juez que no se activó ningún protocolo por parte del Espanyol y que se enteró de la denuncia porque se lo comunicó la misma entidad perica. El futbolista, de 28 años, se negó a responder a la acusación particular que lleva la abogada Sonia Ricondo, y respondió durante algo más de una hora a las preguntas de su defensa, la jueza y la Fiscalía. El jugador hizo hincapié en que no entiende los motivos de la denuncia y explicó que conoció a la chica aquella misma noche, durante el transcurso de la fiesta privada a la que habían acudido buena parte de la plantilla y varios trabajadores del club.

Según la denunciante, Aguado se le acercó una primera vez y ya le manifestó su incomodidad por la conducta que tenía con ella. Posteriormente, más avanzada la noche, en el baño de la discoteca, sucedieron los hechos que la acusación sostiene como agresión sexual y la defensa del jugador como relación sexual consentida.

Al presentar la denuncia al cabo de unos meses de los hechos, la discoteca no conservaba las grabaciones de las cámaras de seguridad de esa noche. Por tanto, más allá del relato de la propia víctima, serán importantes los testigos que puedan aportar ambas partes y que están citados a declarar en los próximos días. El Espanyol, por su parte, sostiene que no tomó medidas contra el futbolista, que termina contrato el 30 de junio de este año, porque respeta la presunción de inocencia y porque los hechos no ocurrieron en un acto organizado oficialmente por la entidad perica.

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