Crisis en Podem Catalunya: dimisiones, amenazas y disputas por las finanzas en un partido sin dirección

BarcelonaLa noche electoral de las europeas, una nueva esperanza nacía en Podemos Catalunya: la candidatura liderada por Irene Montero hizo el sorpasso en la de Sumar, pese a la apuesta de los comunes por situar al frente en Catalunya a Jaume Asens, una cara bien conocida en la política catalana a raíz de su paso por el Ayuntamiento de Barcelona y el Congreso. En la sede de Podemos esta victoria se vio como un aval en la tesis que, aún ahora, siguen manteniendo los cuadros más fieles de la formación lila en Catalunya: que el partido no está muerto y que sólo hay que esperar a que Sumar se descomponga para que el partido lila vuelva a levantarse como la fuerza de izquierdas que representa una alternativa real al PSOE.

Pero esa inyección de optimismo se fue diluyendo cuando, a partir del verano, se intensificaron las tensiones internas en el partido. Estas disputas culminaron el 13 de noviembre con la dimisión de su coordinadora, Conchi Abellán, tan sólo medio año después de unas primarias muy ajustadas donde se impuso a su rival y ex número 2, María Pozuelo. Abellán plegó aduciendo motivos personales; varias fuentes de su entorno confirman que la dirigente estaba atravesando un momento complicado (y también de salud) ante sectores descontentos con su gestión, también en las bases del partido, pese a contar con el apoyo de la dirección estatal, donde sigue manteniendo el cargo. Una de las decisiones con mayor contestación entre la militancia fue la de no presentarse a las elecciones catalanas después de no llegar a un acuerdo con los comunes, siguiendo las directrices de la ejecutiva estatal, a pesar de haber mantenido hasta el último momento que disputarían la batalla electoral.

Sector crítico

En el último tramo de su mandato, el sector crítico cuestionó el liderazgo de Abellán e incluso pidió explicaciones por las finanzas de la formación lila en Catalunya. La petición se hizo formalmente en un consejo ciudadano donde un dirigente instó a la dirección a dar explicaciones sobre facturas y gastos en campaña, poco antes de su dimisión. El entorno de Abellán considera que esto fue una maniobra sin prueba alguna contra ella, que avisó de que tomaría acciones legales contra quienes continuaran por ese camino. De hecho, en un audio difundido por un grupo con la militancia ya después de haber dimitido, amenazó a los críticos asegurando que hablar con la prensa de las discrepancias internas puede suponer "la expulsión" del partido.

Podemos está ahora en manos de una gestora hasta la convocatoria de la asamblea donde deberá elegirse la nueva dirección, ya la que Abellán no podría presentarse (los estatutos lo impiden a los dirigentes que han dimitido). Ahora bien, las nuevas primarias para elegir la nueva dirección no llegarán hasta dentro de unos meses -alguna fuente apunta a que podría ser en marzo-. Mientras, la cara visible del partido lila es el actual portavoz de Podem Catalunya y concejal en Rubí, Andrés Medrano, al frente de la gestora. Es la segunda en Podemos Catalunya en menos de un año: Abellán y Pozuelo lideraron la que precedió a las primarias de marzo a raíz de la desbandada de líderes de Podemos sancionados por pronunciarse a favor de la unidad con Sumar, muchos de ellos ahora en los comunes.

De hecho, el partido lila acumula un histórico de gestoras en Catalunya: ya ocurrió en el 2015, con la dimisión de la entonces secretaria general Gemma Ubasart, y en el 2017, después de que Albano Dante Fachin lo dejara forzado por la intervención del partido desde Madrid. En 2020 Abellán ganó las primarias a la entonces dirigente de Podemos Noelia Bail, que terminó apartada de la lista por las catalanas de 2021 a pesar de haber sido elegida por la militancia por una denuncia interna. Fuentes del partido lamentan la falta de un liderazgo claro y estable en Catalunya, como ser el de Irene Montero o Isa Serra en Madrid. "Gane quien gane siempre hay disputas. Nunca se deja construir a nadie", lamenta un dirigente veterano.

La rendición de cuentas

La rendición de cuentas sobre las finanzas del partido se produjo tras la dimisión de Abellán en una reunión del consejo ciudadano el lunes 18 de noviembre, y este sábado 14 de diciembre se realizará otra con la militancia. Fuentes del partido mantienen que todas las cuentas están revisadas y que, además, se han satisfecho todas las demandas de información interna con "toda la transparencia"; lo mismo aseguran fuentes de la ejecutiva estatal consultadas por este periódico. Cabe destacar que Podemos Catalunya no gestiona su propia tesorería: depende de la estatal, que es quien inyecta recursos que se han visto muy mermados por la pérdida de las subvenciones electorales en el Parlament y los conflictos con los que les corresponde de los grupos municipales que comparten con los comunes.

A preguntas del ARA, varios dirigentes de Podemos mantienen que, cuando han pasado por error algún gasto no reembolsable, han recibido una llamada de estatal avisándoles de que el partido no se lo podría cubrir. "Por ejemplo, una cerveza de un menú. El límite que podemos pasar son 12 euros", explica una fuente. Sin embargo, la formación arrastra un litigio económico de 9.000 euros por unas facturas de electricidad de la anterior sede. Es una deuda que, según el partido, se generó por culpa del propietario, que no cambió de nombre una factura que fue creciendo hasta esa cantidad. La formación está en números rojos en Catalunya: el partido cerró el ejercicio con unas pérdidas de 145.000 euros, en la línea de la mayor parte de formaciones autonómicas de Podemos. En cuanto a los números de sus coaliciones electorales con los comunes en Catalunya, fuentes de la ejecutiva estatal aseguran que no aparecen en la última memoria económica del partido porque no hay ninguna cuenta pendiente en 2023 (aunque en las anteriores memorias sí aparecían).