Por qué Cerdán está en prisión y los demás implicados no

El ex número 3 del PSOE Santos Cerdán, entrando en el Tribunal Supremo
05/07/2025
4 min

MadridTras la sentencia sobre la ley de amnistía, la atención del mundo judicial vuelve a centrarse en el Supremo, que debe tomar muchas decisiones susceptibles de causar un fuerte impacto en el escenario político y, sobre todo, en las costillas del PSOE y del presidente del gobierno, Pedro Sánchez. Si empezamos por los hechos más recientes no hace falta decir que el asunto principal es el que hace referencia a lo primero que se conoció como el caso Koldo, para pasar después a ser el caso Koldo-Ábalos y finalmente ha acabado siendo el caso Santos Cerdán, con el apéndice de los dos anteriores. Si miramos la composición y la estructura de esta matrioche, de esta muñeca rusa, en la que cada figura es mayor que la anterior, podremos tener una primera pista del porqué de la situación personal distinta de estos tres protagonistas del escándalo de corrupción que mantiene expectantes y amargados a los socialistas.

El personaje de la trama con mayor envergadura es Cerdán, que estuvo muy cerca del líder socialista y que durante años llevó a cabo actividades empresariales en paralelo al ejercicio de sus responsabilidades políticas. Se dice por los pasillos del Supremo que ésta es una primera razón de que haya ingresado en prisión provisional, mientras siguen en libertad los otros dos implicados en la supuesta red de cobro de comisiones en contratos de obras públicas. Pero no es el único motivo. Que Cerdán fuera el jefe de la organización no es, por sí sola, razón suficiente para explicar la libertad de sus dos compañeros de negocios en el pasado, y ahora acompañantes en un procedimiento penal. Otra razón, más de fondo, consiste en que se pretende evitar posibles acuerdos entre los tres. En definitiva, el tipo de pactos conocido como colusión. Con el último secretario de organización encarcelado resulta más difícil que tengan ocasión de establecer una estrategia común por no dar explicaciones de sus presuntas actividades delictivas. Hay que tener en cuenta que Cerdán ha recibido ya dos visitas del despacho del abogado Jacobo Teijelo, relacionado con Leire Díez, la llamada fontanera del PSOE, y que este partido no ha dado ningún paso para personarse en la causa como acusación.

Otra razón tiene que ver en la diferencia de costumbres entre los tres implicados. En el Supremo, los perfiles del exministro de Fomento José Luis Ábalos, y de su atípico asesor, Koldo García, se interpreta como el propio de personajes secundarios en ese guión de "buena vida" y corrupción. Interesa mucho más la figura de Cerdán. En parte, porque los otros dos han dejado muchas más pistas de sus supuestos cobros y métodos de gasto que siguieron. De Cerdán, en cambio, se espera otro nivel más importante desde el punto de vista penal. De entrada, la Fiscalía quisiera tener datos solventes sobre el destino del dinero que pudo embolsarse el ex secretario de organización socialista, empezando por la etapa fundacional de sus actividades de recauda en Navarra.

La expectación reside en torno al contenido de los dispositivos electrónicos de los peones de la trama. Y es que todavía no se ha encontrado el rastro de estos presuntos ahorros realizados vía corrupción. Por la defensa, este dato es un activo, pero para los investigadores es una incógnita fundamental. Y resulta evidente que Cerdán podría esconder con más facilidades estas ganancias estando en libertad. Por ese lado encontramos otro motivo para explicar su actual residencia penitenciaria. Por otra parte, a nivel judicial se menciona que la estrategia de Cerdán en el sentido de dar un enfoque político a su autodefensa no ha sido un gran acierto.

El paralelismo con la defensa de la causa del 1-O

En el Supremo, donde todo el mundo está muy acostumbrado a leer entre líneas, cree que este asunto de la trama de los antiguos hombres de confianza de Pedro Sánchez –hay que recordar que Ábalos también fue secretario de organización del PSOE antes que Cerdán– ha comenzado de forma similar a la causa del Proceso. Es decir, con un choque directo de la defensa con los encargados de la investigación primero y con los del juicio más tarde. Una tendencia que los abogados de la causa del 1 de Octubre pudieron percibir como poco adecuada para obtener beneficios cuando el tribunal limitó el número de acusados ​​en el Supremo, para permitir que de los miembros de la mesa del Parlament se ocupara el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya. Aquello marcó cierto punto de inflexión, para relajar el ambiente. Sin embargo, el recuerdo que existe en la casa es que uno de los abogados que siempre fueron considerados como más partidarios del pulso constante con el tribunal fue precisamente Benet Salellas, que ahora defiende a Cerdán.

Si esto es así, aquí todo el mundo ha empezado a marcar territorio. Uno, el exhombre de confianza del líder socialista, enviando al Supremo un mensaje de presentación consistente en identificar a este tribunal como instrumento de la causa política de la derecha y la ultraderecha española, y los otros dos, la Fiscalía Anticorrupción y el magistrado instructor, Leopoldo Puente, respondiendo a la tarjeta de visita con la medida procesal más dura, la prisión incondicional. El episodio no estaría del todo desligado del cansancio de jueces y fiscales por la insistencia en la identificación de los principales procedimientos con carga política como ejemplos de lawfare y de causas judiciales aliadas de lo que ya se conoce como la fachofera. En el Supremo se ha visto la petición de prisión de la Fiscalía como un signo de que juez y fiscal van cogidos de la mano. Es más, hay quienes creen que de hecho la Fiscalía no era del todo desconocedora de la probabilidad de que Cerdán fuera encarcelado tras su primera comparecencia. Quien lo piensa así es también porque la resolución sobre la prisión incondicional de Cerdán tiene 22 folios, que no suelen redactarse en pocos minutos y que, por tanto, había un trabajo preparado antes.

Queda un último detalle, que es importante. El magistrado Leopoldo Puente dice en su auto que en este caso existía riesgo de que Cerdán se marchara de España. ¿Por qué se ve ese peligro? De nuevo, por las similitudes con episodios de la causa del Proceso. En el Supremo ven el tono de la autodefensa de Cerdán como no radicalmente incompatible con una estrategia que le hubiera podido llevar a un cambio domiciliario para instalarse en Bruselas si las cosas venían mal dadas. Y el instructor no se ha arriesgado a perder al imputado.

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