Macroproyectos

De 0 euros a 50 millones: el precio de cancelar el Hard Rock

El Gobierno de Aragonès sostuvo que la Generalitat se exponía a indemnizaciones millonarias, pero un informe del propio ejecutivo lo rebajaba

El TSJC complica la tramitación del proyecto de Hard Rock
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BarcelonaNueva polémica por el complejo Hard Rock en el Camp de Tarragona. Esta vez, la disputa gira en torno a la cifra que debería pagar el Gobierno si frenara el macroproyecto. A principios de año, El País se hacía eco de un documento del Govern de ERC que cifraba en hasta 50 millones de euros las indemnizaciones que deberían pagarse en caso de cancelarlo. La CUP solicitó este informe del gabinete jurídico al Govern del PSC, pero en el documento que les ha enviado la conselleria de Economía no consta esa cifra –estaba en un anexo que no han remitido al partido anticapitalista–. Más aún: en el informe, el gabinete jurídico expone varias vías a disposición de la Generalitat para desvincularse del proyecto sin tener que pagar nada o, en todo caso, debiendo pagar indemnizaciones mucho menores. ¿Cuál sería el precio de cancelar el Hard Rock? De 0 a 50 millones, según el propio ejecutivo, en función de cómo se interprete judicialmente.

Según diversas fuentes consultadas, las cifras publicadas por El País provenían de un documento en el que se cuantificaba cuánto dinero podrían llegar a pedir los inversores si la Generalitat se echara atrás, pero sin determinar qué reclamaciones podrían prosperar jurídicamente. La cifra de 50 millones incluía tanto el daño emergente como el lucro cesante –los beneficios perdidos–, esto es, el peor escenario para la Generalitat. Ahora bien, el informe hecho público este martes –valorado por parte de los servicios jurídicos del Gobierno– descarta del todo que pueda reclamarse por los beneficios perdidos (en otras palabras, el lucro cesante) y limita las posibles compensaciones a los gastos efectuados por los promotores desde que recibieron la licencia de casino (pero no antes, para preparar el concurso público).

Más allá de cifras, el informe evalúa los escenarios en los que se podría encontrar la Generalitat en función de si decide no aprobar el plan director urbanístico –pendiente desde hace casi dos años de un informe medioambiental– o aprobarlo y vetar en él la instalación de un casino. La cantidad final dependería de los gastos efectivos que pudieran acreditar los impulsores del proyecto, tal y como también explicó el ARA en su momento. La única cifra segura que debería devolverse –que no cuentan como indemnización– son las fianzas por valor de 2,5 y 10 millones de euros que Hard Rock depositó en su día.

El informe también da detalles sobre qué podría haber hecho la Generalitat republicana para deshacerse del proyecto con un coste de cero euros por las arcas públicas. De entrada, afirma que el Gobierno podría haber dejado sin efecto el acuerdo del consejo ejecutivo que autorizaba al Incasòl a hacer de intermediario en la compraventa de los terrenos por 120 millones de euros a CriteriaCaixa para venderlo, por el mismo precio, a los impulsores del Hard Rock. Además, constata que el contrato de opción de compra a favor del Incasol habría caducado en el 2017, por lo que CriteriaCaixa no estaría obligada a vendérselo, y cuestiona jurídicamente el papel del ente en la operación. "Dada la naturaleza de ente instrumental del Incasol, el acuerdo del Gobierno vigente podría dejarse sin efecto, en aplicación de una nueva orientación política en relación a esta cuestión, o también atendiendo a un eventual informe negativo emitido por la dirección general de Políticas Ambientales", dice el documento. Otra de las opciones que preveía el gabinete jurídico era que el Govern aprobara el plan director urbanístico, pero que después revocara la licencia del casino. Podría hacerlo apelando a los "intereses generales", aunque en este caso sí debería pagar indemnizaciones.

El choque de la anterior legislatura

El Govern de ERC solicitó este informe en septiembre del 2023 y lo recibió el 3 de noviembre de ese mismo año. Entonces, y según explicaron en su día fuentes de los comunes, su líder, Jéssica Albiach, ya había comunicado al presidente Pere Aragonès que situarían el veto en el Hard Rock como condición para negociar los presupuestos. El Gobierno de Aragonés proclamaba con bombo y platillo que frenar el Hard Rock exponía a la Generalitat a indemnizaciones millonarias. "Cualquier otra opción que fuera echar atrás en el proyecto comportaría una indemnización de lucro cesante de cientos de miles de euros", decía el entonces presidente Pere Aragonès en el Parlament, ya en marzo del 2023. Los datos consultados por El País demuestran que, en todo caso, sí había habido un documento del Gobierno que ponía un tenedor. En rueda de prensa, la ex consellera de Territori y diputada de ERC Ester Capella ha defendido la actuación del Incasòl y ha negado haber tenido conocimiento de los reproches que le hace el informe: "El Govern de ERC no ha escondido absolutamente nada".

Este martes por la noche, El Periódico se ha hecho eco, además, de otro informe: el de impacto ambiental que durante tantos meses estuvo pendiente y que el Govern de ERC acabó haciendo pero guardando en un cajón a la espera de las elecciones. Según informa el medio, en este informe el ejecutivo valoraba en 60 millones de euros la compensación que Hard Rock debería asumir por abordar cuestiones como la conectividad, la protección de los acuíferos y la movilidad sostenible, entre otros.

La falta de acuerdo entre PSC, ERC y comunes para encontrar una solución de consenso en el Hard Rock hizo saltar por los aires los presupuestos y, de rebote, va precipitar la convocatoria de elecciones anticipadas la anterior legislatura. Tras los comicios, y en las negociaciones para investir a Salvador Illa, las tres partes encontraron una pista de aterrizaje en el entendimiento: derogar el privilegio fiscal para el Hard Rock, ya tumbado.

En todo caso, la CUP ya ha pedido la comparecencia del expresident Aragonès y sus consejeras de Economía y Territorio, Natàlia Mas y Ester Capella. También la de la actual consejera de Territorio, Sílvia Paneque, y la consejera de Economía, Alícia Romero. Fuentes del anterior Govern de ERC consultadas por el ARA subrayan que una cosa es la previsión que pueda hacer la Generalitat y la otra lo que después acabe decidiendo un juez. Y, en cualquier caso, recuerdan que ya entonces había una mayoría en el Parlament a favor del proyecto –de la que ERC no formaba parte–. Uno de los partidos que apoya y apoyaba es Junts, que este martes ha vuelto a lamentar la reforma fiscal que complica el aterrizaje del complejo turístico en el Camp de Tarragona. Por otra parte, la portavoz de Junts en el Parlament, Mònica Sales, se mostró convencida de que el ex director del Incasol Damià Calvet dará "las explicaciones que sean necesarias" sobre su gestión del Hard Rock, como ya le han pedido los comunes.

¿Qué dice el Gobierno de Isla?

En cuanto al Govern, este martes ha evitado valorar el informe jurídico. La portavoz, Silvia Paneque, consideró "precipitado" hablar de indemnizaciones y insistió en que una vez hechos los cambios fiscales, deberá ser la empresa quien valore si quiere sacar adelante el macrocasino o no. Sobre el hecho de que la CUP no recibiera los anexos del informe, en el que se especificaban las posibles indemnizaciones que debería pagar el Gobierno, Paneque ha defendido que Economia ha proporcionado la información que los cuperos han requerido. "No se ha escondido nada [...] Se solicitó el informe y se dio ese informe", aseguró. La tesis del Ejecutivo es que la CUP podría haber pedido las referencias documentales que se explicitan en el informe.

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