"No quería denunciar por miedo a que me deportaran": piden 12 años de cárcel por violar a una mujer que buscaba trabajo
Visto para sentencia el juicio al acusado de agredir sexualmente a una mujer con la que contactó en Milanuncios

BarcelonaCasi cuatro años después, Yaqui ha contado en un tribunal la agresión sexual que sufrió en un piso de El Prat de Llobregat adonde había ido para una entrevista de trabajo como cuidadora de una mujer mayor. "Pensaba que nadie me creería, y como estaba aquí de forma irregular creía que sería expulsada de primeras. No quería denunciar por miedo a que me deportaran", respondió cuando el abogado del acusado cuestionó que hubiera tardado nueve meses en denunciar la agresión.
Hoy, cuando ha quedado visto para sentencia el juicio, tanto la Fiscalía como la abogada de Yaqui, Carolina Gallego, se han ratificado en sus acusaciones y han mantenido la petición de que se condene a 12 años de cárcel al hombre, que en el momento de la agresión tenía 8. Al acusado también se le atribuye un delito de trato degradante y otro de amenazas por haber hecho creer a la denunciante que tenía contactos y poder de influencia para hacer que la deportaran si le denunciaba.
Durante el interrogatorio que le ha hecho el abogado del acusado, Yaqui ha contado con la voz rota que cuando emigró se pasó "unos veinte días retenida en el aeropuerto" en Francia. En ese momento, ha dicho, le pareció real que aquel hombre -que se había presentado diciendo que trabajaba en el aeropuerto, cuando en realidad era un funcionario de Correos jubilado- podía llegar a hacer que la deportaran.
La fiscal del caso, que ha destacado la credibilidad del testigo de Yaqui, ha señalado que la situación de vulnerabilidad en la que se encontraba y el miedo que sentía hicieron que se lo creyera: "A nosotros nos puede parecer poco creíble, pero ella claramente se lo creyó y nunca denunció por miedo a ser expulsada".
De hecho, Yaqui no denunció la agresión que se ha juzgado hoy hasta nueve meses después, cuando los Mossos d'Esquadra se pusieron en contacto creyendo que podría estar relacionada con otro caso que investigaban.
Una foto que no es de ella
En el juicio, durante aproximadamente un cuarto de hora, Yaqui ha escuchado dos grabaciones de audio que ha presentado la defensa del acusado para intentar exculparle. Son conversaciones entre el acusado y una mujer —ella no se reconoce—, en la que él le pregunta reiteradamente si le ha gustado el rato que han pasado juntos y cuánto debería pagarle a cambio de sexo. Tanto la Fiscalía como la abogada de Yaqui han advertido al tribunal que la voz no es la suya y que, además, la fecha de los archivos de audio corresponde a marzo del 2023, casi dos años después de la agresión que se juzga.
El acusado también se ha intentado defender presentando una fotografía con la intención de demostrar que Yaqui salió de su casa sin ninguna lesión y haciendo buena cara. Sin embargo, esta mañana ha reconocido que la fotografía que había presentado es de otra mujer.
El hombre ha declinado responder a las preguntas de la fiscal y de la abogada de Yaqui, y sólo ha aceptado el interrogatorio de su abogado. Admitió que contactó con ella a través de Milanuncios, donde se anunciaba como cuidadora, con la intención de contratarla. Según dijo, en ese momento pasaba por una crisis con su mujer y "contactaba con personas para charlar y les pagaba por el rato" que pasaban juntos. Lo que la investigación policial y las acusaciones exponen como una agresión sexual, él lo ha narrado como un "flirteo" con la mujer que acababa de conocer para realizarle una entrevista de trabajo que, según su versión, acabó con "besos y caricias, todo consentido".
En el juicio también han declarado los mossos que se hicieron cargo del caso. La moza que escribió el atestado concluyó que el hombre seguía siempre a uno mismo modus operandi: en una sola semana contactó con cinco mujeres por las que se han abierto causas separadas y muy similares a la de Yaqui. De hecho, los agentes han explicado que con otra denunciante se dio una situación calcada: también contactó con Milanuncios, la recogió en la estación del metro y la llevó a casa con el pretexto de hacerle una entrevista de trabajo como cuidadora de su madre.