Inauguración deslucida del Grec 2025
En 'Le Petit Cirque' falla una idea de conjunto, una dirección que trabaje la conexión entre escenas

- Intérpretes: Marie Bourgeois, Kim Amankwaa, Yurié Tsugawa, Kiley Dolaway y Pomme
- Cuarteto de cuerda: Pauline Denize, Camille Garin, Eva Sinclair y Maïa Collette
El Griego 2025 empezó el jueves en el hemiciclo de Montjuïc con el estreno de una propuesta francesa que mezcla la danza, la música y el circo de un creador que ha visitado el festival en dos ocasiones con espectáculos bien rodados: Minuito (2018) y Celuy quien tumbe(2023). Pero los estrenos absolutos son peligrosos. Más aún si, como hemos sabido, la producción ha pasado por muchos nervios en su entrada en el Grec. Si bien éste Le Petit Cirque tiene ingredientes poéticos y visuales bastante atractivos que vislumbran lo que quizá sea el espectáculo dentro de un tiempo (cuando haya hecho carretera y revisado los problemas de conectores y ritmos que se evidenciaron en Montjuïc), lo cierto es que la función inaugural quedó bastante deslucida, como hizo patente el breve y amortiguado aplauso.
Es una lástima, porque las visitas precedentes de Yoanne Bourgeois presentadas en el Mercat de les Flors (un teatro donde la nueva creación habría tenido la intimidad que reclama) habían resultado muy atractivas y bien conjuntadas, desarrollando un teatro visual anclado en el circo contemporáneo y una danza que juega siempre con el danza. Le Petit Cirque tiene alma de circo, con pista redonda de madera que gira desafiando el equilibrio de los bailarines, y de danza aérea. El espectáculo sigue el trabajo de la pareja Bourgeois con la aportación de una cantante emergente francesa, poco conocida entre nosotros, que pone voz a una partitura muy bella gracias sobre todo al virtuosismo del cuarteto de cuerda, auténtico protagonista junto con los excelentes bailarines-acróbatas.
¿Qué falla? Pues una idea de conjunto, una dirección que trabaje los conectores entre escenas y acabados de algunas, como el juego humorístico de la pescadora pescada. Tampoco habría estado mal que las proyecciones de las letras de Pomme fueran visibles. Otras dos cosas. Una: a pesar de anunciarse como un espectáculo familiar para público a partir de los 8 años, no se lo recomendaría. Se aburrirán. Dos: ¿no tenemos en casa artistas para abrir el Grec?