¿Quién no quisiera ir en moto con un gato gigante?
Un enorme felino antropomórfico y una adolescente traban amistad durante el verano en 'Anzu, gato fantasma'

- Dirección: Yôko Kuno y Nobuhiro Yamashita. Guión: Shinji Imaoka.
- 97 minutos
- Japón y Francia (2024)
- Animación
Esta temporada, el cine de animación ha quedado marcado por el mixito letón protagonista de Flow, que sin decir ni mío se acabó llevando el Oscar. Pero deberíamos empezar a hacer sitio para otro gato, el que da nombre a Anzu, gato fantasma: un enorme felino antropomórfico, risueño y flatulento, que vive en un pequeño pueblo de la costa japonesa y se desplaza casi siempre en moto. La única persona que se sorprende de la presencia de esta bestia es Karin, una adolescente a la que le pencas de su padre deja al cuidado del abuelo mientras él busca la manera de pagar sus deudas de juego. Pasado el impacto inicial, Karin traba amistad con Anzu, con quien pasa el rato durante los largos días de verano y con quien acaba haciendo una excursión al inframundo en busca de su madre, muerta unos años atrás.
Pese a encontrarse en contacto permanente con el sobrenatural, la película diluye todo espesor trascendente en un registro coloquial, que no paródico, afín a la animación por rotoscopia aplicada por Yôko Kuno sobre las escenas filmadas con los actores de carne y huesos por Nobu relatos de carácter iniciático y juvenil habituales en su filmografía (solo hay que recordar Linda, Linda, Linda, título emblemático del cine pop nipón). Esta opción formal distingue Anzu del grosor de producciones deanime que llegan a nuestros ojos, creando imágenes de gran elasticidad que transforman la adorabilidad kawaii en una mueca traviesa.
Puedes consultar las proyecciones en versión catalana en este enlace.