¿Por qué mi hijo me responde siempre 'no'?
La negativa constante, que empieza a darse a partir de los dos años, es una señal de que el niño inicia un proceso de individualización

GeronaEl no es una palabra de "poder" y "los adultos la utilizamos mucho", señala Sara Tarrés, psicóloga infantil y orientadora familiar. Pero cuando es el niño que nos la dice a nosotros –y además de forma persistente– de entrada "nos cansa y nos frustra" y, más tarde o más temprano, "nos acabaremos preguntando qué estamos haciendo mal en la crianza para recibir este no por respuesta". Lo más probable es que esta negativa constante –que empieza a darse, sobre todo, a partir de los dos años– sea una señal de que el niño ha iniciado un proceso de individualización y diferenciación de sus figuras de referencia. Por tanto, es una "cuestión evolutiva" y una actitud "muy saludable" para su desarrollo.
¿Qué quiere decir con el ?
Éste no hacia fuera es un sí hacia adentro. "Nosotros podemos entenderlo como una negativa, pero para ellos es una afirmación de uno mismo, de su yo y su identidad, que apenas empieza a aparecer", afirma esta experta. Otro motivo puede estar relacionado con los límites y hasta dónde puede llegar con su límite no. También les permite construir su personalidad. Así pues, nada personal contra el adulto ni tampoco el adulto lo está haciendo mal. "No debemos verlos como niños tiranos y desafiantes, sino que sencillamente es una fase por la que deben pasar. No hay un problema a resolver, sino una etapa a acompañar", describe Tarrés. "En ocasiones, en edades tempranas –como entre los dos y los tres años–, el no no expresa una negativa real, sino que a menudo forma parte del proceso de afirmación y diferenciación". Por otra parte, los niños que evitan expresar un no son más sumisos. "De adultos, podrán tener dificultades para poner límites y dirán sí cuando querrán decir, realmente, que no".
¿Cuándo debemos preocuparnos?
Según Tarrés, miembro del Colegio de Psicólogos de Catalunya, la situación se complica cuando éste no se da junto a importantes conductas disruptivas. "Es decir, las rabietas en torno a los tres años son naturales y normales, pero si son muchas y, además, van acompañadas de gritos o golpes que ellos mismos se pueden dar, debemos atenderlo y averiguar por qué pasa y qué hay detrás de esta actitud".
¿Cómo podemos evitar su 'no'?
Entrar en una lucha de poderes entre el sí y el no es un "enrocamiento" innecesario y un "juego agotador" para el adulto Según esta psicóloga, es necesario poner la mirada en cómo planteamos la pregunta y dar opciones. En lugar de decir: "Ahora pondremos el pijama", porque la respuesta será no, podemos preguntar: "¿Quieres ponerte el pijama solo o te ayudo?" Y así con otras cosas: en lugar de "¿Quieres comer fruta?", le planteamos: "¿Quieres pera o plátano?" En definitiva, dar opciones para que pueda elegir.
Y nuestro 'no', ¿qué?
Es habitual que a los adultos nos salga: "No lo toques", "Ahora no puedo", "Ahora no juegues", "Aquí no", "No subas al sofá"... Nosotros también podríamos utilizar menos el no y utilizarlo para cuando realmente debe ser una negativa. Y otra consideración: "Nuestros hijos también tienen derecho a contestar que no a algo que queremos que hagan o necesitamos que hagan", advierte Tarrés.
¿En otras etapas devolverán las negativas?
Entre los 5, 6 y 7 años vendrán de nuevo. "Se empiezan a ver grandes y ponen el no para reivindicarse". También en la preadolescencia, momento de "reafirmación de la identidad e individualización". Según Tarrés, "cuando llegue la adolescencia ya no dirán que no, sino que harán otras cosas, como encerrarse en su habitación, y eso ya será directamente un no. Otras dos etapas que también serán un proceso y que, como la primera, acabarán pasando. "Necesitan encontrar espacios para estar solos consigo mismos, escucharse, conocerse y empezar a tomar pequeñas decisiones que les ayuden a construir su identidad y autonomía", detalla esta experta, que añade: "En la adolescencia, más que irlos detrás, debemos estar disponibles para cuando ellos quieren. Estar como la cortina de la".